Benazir Bhutto, liberada tras su arresto domiciliario
Por la medida, la ex primera ministra no pudo
asistir a un manifestación opositora. El gobierno del dictador Musharraf
insiste con que la retuvo para impedir un nuevo atentado en su contra.
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AFP
Islamabad - La líder opositora paquistaní y ex primera ministra Benazir Bhutto fue liberada hoy tras varias horas de arresto domiciliario, al que fue sometida mientras anunciaba una protesta contra el estado de sitio impuesto por el presidente Pervez Musharraf.
"Las autoridades han sacado a la policía que estaba desplegada alrededor de su residencia desde esta mañana", señaló el portavoz de Bhutto, Farhatullah Babar, a la agencia alemana DPA desde la residencia de la jefa de la oposición.
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Bhutto había denunciado que su casa en la ciudad de Islamabad fue rodeada por unos 3.000 funcionarios de las fuerzas de seguridad y alambrada de púas, y que muchos de sus partidarios, que intentaron romper el cerco, fueron detenidos.
Poco antes, la mujer, escoltada por miembros de la directiva de su organización política, el Partido Popular de Paquistán (PPP), intentó abandonar su vivienda por la parte trasera, pero su vehículo blindado fue detenido por policías que rodeaban la casa.
Bhutto se proponía encabezar la marcha de la oposición en la vecina ciudad de Rawalpindi, convocada para reclamar la restauración de la Constitución y la eliminación de la medidas represivas de excepción decertadas por Musharraf.
"Soy una hermana de ustedes que quiere pelear por la democracia", gritó la ex primera ministra Bhutto a la policía cuando trataba de pasar a través del alambre de púas.
"No tengo miedo a estas tácticas. Mi lucha es por el pueblo de Pakistán, por sus derechos y el fin de la dictadura", dijo Bhutto, quien agregó que unos 5.000 miembros de su partido fueron detenidos en los últimos tres días.
La ex premier añadió que "aunque me pongan bajo arresto domiciliario, el resto de miembros del Partido Popular de Pakistán (PPP) continuará luchando en pro de la democracia y del gobierno de la ley".
Por su parte, el gobierno justificó el arresto domiciliario de la dirigente como una medida establecida "por su propia seguridad", en prevención de un supuesto ataque terrorista.
En Rawalpindi, al sur de Islamabad, 200 seguidores de Bhutto que protestaban contra el presidente Pervez Musharraf y su decisión de decretar el estado de sitio fueron dispersados por la policía con gases y machetazos, y además muchos de ellos quedaron detenidos.
Hubo además un segundo aunque menor enfrentamiento entre policías y manifestantes en Rawalpindi. Fuera de estos incidentes, las calles de la ciudad -sede del cuartel general de las Fuerzas Armadas- estaban prácticamente desiertas.
Los acontecimientos de la jornada elevaron aún más la tensión de la crisis que sacude a este país musulmán centroasiático estratégicamente ubicado y poseedor de armas nucleares, donde Musharraf enfrenta el mayor desafío desde que llegó al poder con un golpe de Estado, en 1999.
El general y presidente se encuentra bajo intensa presión internacional desde que decretó el estado de sitio, el sábado pasado, suspendió las garantías constitucionales, disolvió la Corte Suprema y dio poderes especiales a la policía.
Las elecciones legislativas, que estaban previstas para enero, serán celebradas en febrero, dijo ayer Musharraf.
El ministro de Ferrocarriles, Sheikh Rashid, un hombre muy cercano a Musharraf, dijo sobre Bhutto: "Ella está impedida de dejar su casa. La decisión le fue comunicada por la muy seria y creíble amenaza de un ataque contra ella".
La policía advirtió ayer que varios atacantes suicidas se infiltraron en Rawalpindi para intentar repetir el atentado que mató a 140 personas durante la caravana de bienvenida a Bhutto a su regreso al país tras ocho años del exilio, el mes pasado.
