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Desde Roma
A pesar de una condena judicial a siete años de prisión e inhabilitación política en su contra, el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi anunció ayer su regreso al ruedo al relanzar su anterior partido político, Forza Italia, que se fusionó en 2009 con Alianza Nacional en el actual Pueblo de la Libertad (PDL).
En una entrevista para la televisión pública italiana, el político y empresario expresó que, al parecer, él está llamado a ser, de nuevo, el líder de su agrupación política, después de que en los últimos días se especulara con la posibilidad de que la número uno pasara a ser su primogénita, Marina, presidenta del grupo familiar Fininvest.
“El PDL seguirá como coalición de partidos de centroderecha: Forza Italia formará parte de ella y temo que yo estaré llamado a ser de nuevo el número uno”, dijo Berlusconi, quien a sus 76 años está amenazado por dos procesos judiciales, entre ellos el polémico caso Ruby, en el que se lo imputa por abuso de poder e incitación a la prostitución de menores.
Lo cierto es que el 24 de junio los jueces del Tribunal Supremo condenaron a Il Cavaliere a siete años de prisión y a la inhabilitación definitiva del mundo de la política, lo que le impediría en el futuro ejercer ningún cargo público. Sin embargo, la condena, que sorprendió por su dureza, aún no es efectiva porque es de primera instancia y todavía se espera una apelación de la defensa. En caso de ser confirmada por instancias superiores, el fallo podría amenazar la supervivencia del gobierno italiano, ya que podría precipitar un retiro del berlusconismo del gabinete, encabezado por el premier de centroizquierda Enrico Letta.
En un comunicado, el ex mandatario embistió contra la sentencia al asegurar que se trata de una estrategia “violenta” para eliminarlo de la vida política, y expresó su intención de “resistir a la persecución judicial porque es inocente”.
Según Berlusconi, la condena por el caso Ruby es “de verdad grotesca” y llega, como con el resto de procesos que tiene abiertos, porque se intenta concluir una guerra “que dura ya veinte años” contra su persona.
“Hay un abuso de poder con un supuesto abusado que niega haberlo sufrido; hay una incitación a la prostitución con una incitada que niega haber tenido ninguna relación. Más allá de todo, para llevar a la sentencia, el tribunal ha tenido que invitar a la fiscalía a investigar a 32 testigos. Una cosa que, de verdad, nunca se ha visto”, cuestionó el político conservador.
En tanto, el otro caso que pone contra las cuerdas a Il Cavaliere es la investigación sobre Mondadori, que llegó al Tribunal Supremo después de que su grupo empresarial fuera condenado a pagar 560 millones de euros al conglomerado CIR de Carlo de Benedetti por la pugna por la editorial. El empresario se quejó porque la causa judicial lo obligó a vender el diario La Reppubblica, la revista L’Espresso y otros 18 medios impresos del país.
En tanto, Berlusconi insistió una vez más en la necesaria reforma del sistema judicial italiano, su principal enemigo tras perder los fueros parlamentarios en 2012.
Además, reiteró el apoyo que su partido seguirá dando al Ejecutivo de coalición en el que participa, entre otros, con el viceprimer ministro, Angelino Alfano. “Es un apoyo convencido y absolutamente leal el del PDL al Gobierno”, aseveró el polémico ex primer ministro.