Se escandalizó Italia al enterarse de que
Silvio Berlusconi, cuya familia es propietaria del grupo
Mediaset,
infiltró a hombres de confianza en la televisión pública RAI cuando era jefe de
gobierno de centroderecha, con lo que tenía bajo su dominio la televisión.
"Es la foto de Italia en la época en que Berlusconi controlaba mediante su familia o su
mayoría política toda la televisión", comentó el ministro de Comunicaciones, Paolo Gentiloni.
Según unas escuchas telefónicas hechas en 2004 y 2005 y publicadas el miércoles por el diario
italiano
La Repubblica, hombres cercanos a Berlusconi en puestos directivos en la RAI hablaban con
sus pares de Mediaset --el grupo audiovisual privado de la familia Berlusconi- antes de
tomar decisiones editoriales, como la cobertura informativa de las actividades del
entonces jefe del gobierno.
Entre los directivos involucrados destacan
Deborah Bergamini, ex secretaria personal de Berlusconi, responsable de
programación de la RAI en los años citados y actual dirigente del departamento de marketing de la
cadena estatal. También figura el nombre del ex director general de la RAI entre 2003 y 2005,
Flavio Cattaneo.
Según el diario italiano, Bergamini se enteró de que el entonces presidente de la República,
Carlo Azeglio Ciampi, iba a hacer una declaración televisiva por la muerte del papa Juan Pablo II,
en abril de 2005, y previno a su homólogo de Mediaset para que Berlusconi hiciera lo propio.
Además, en las elecciones regionales de abril de 2005, en las que la coalición de
centroderecha perdió seis de las ocho regiones que controlaba entonces, Cattaneo intentó atrasar lo
más posible el anuncio de los resultados, según
La Repubblica.
El ex director general desmintió formalmente esta acusación en una carta abierta y el grupo
Mediaset anunció que presentaría una denuncia contra el diario.
"Nadie puede negar que la imagen de la RAI se ha visto gravemente dañada" por las
informaciones de
La Repubblica, reconoció el ministro Gentiloni, al tiempo que la cadena estatal anunció la
apertura de una
investigación interna.
La autoridad reguladora de las comunicaciones, encargada de hacer respetar la competencia,
anunció también el jueves la apertura de una investigación que podría desembocar en medidas para
garantizar "el pluralismo y la libertad de información".
Por su parte, Berlusconi denunció a
"las hienas y a los chacales" que han atacado a Bergamini, juzgando como
"inaceptable e ilegítima" la publicación de las escuchas por el diario.
El control ejercido por el poder político sobre la televisión pública italiana no es una
novedad. Sin embargo, si se confirma lo publicado por
La Repubblica, en la época del gobierno de Berlusconi (2001-2006) alcanzó su apogeo.
"El edicto búlgaro", como se refiere al caso la prensa italiana, es uno de los
ejemplos: Berlusconi, en visita oficial a Bulgaria en abril de 2002, acusó a tres periodistas de la
RAI de hacer "un uso criminal" de la televisión pública por sus ataques, por lo cual fueron
despedidos.