Un grupo de colonos indígenas tomó de rehén al gobernador de La Paz, José Luis Paredes, cerca de la Plaza de Armas de la localidad cocalera de Caranavi, emplazada a 120 km de la capital, indicaron fuentes oficiales.
" Los campesinos del lugar quieren que el gobernador entre en huelga contra de la posición del presidente Evo Morales que intenta aprobar una nueva Constitución a su medida en la Asamblea Constituyente", informó un vocero de la gobernación de La Paz.
Paredes, un ex dirigente socialdemócrata, mantiene una postura neutra entre Morales y cuatro de sus colegas gobernadores de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, en huelga de hambre contra la política de Morales en la Asamblea y a favor de que la nueva ley fundamental del Estado se apruebe con el voto de dos tercios (170) del plenario de 255 miembros.
El secuestro del gobernador fue confirmado por el principal dirigente de los colonos, Rosendo Vargas, quien sólo dijo que "es una decisión de los compañeros".
Por su parte, el presidente Evo Morales acusó hoy de antipatriotas a los grupos opositores que protagonizan la masiva huelga de hambre contra su gobierno y aseguró que la Cumbre de Presidentes de Sudamérica el fin de semana en Bolivia se hará con o sin protestas.
La cita, a la que anunciaron su llegada 11 mandatarios, tendrá lugar a partir del viernes en medio de un tenso clima político, con acusaciones de la oposición sobre el envío de grupos de choque oficialistas a intervenir una huelga de hambre en una iglesia católica.
``Si son patriotas y quieren a Bolivia, los convoco a que suspendan su huelga de hambre. Si son enemigos y, como siempre, antipatrias pueden seguir'', dijo en una rueda de prensa con corresponsales internacionales el miércoles. Unas 700 personas entre legisladores de oposición, dirigentes empresariales, cuatro prefectos (gobernadores) y líderes regionales mantienen la protesta en rechazo a supuestos planes del gobierno para controlar la aprobación de una nueva constitución en la Asamblea Constituyente.
Morales aseguró que en la ciudad de Cochabamba, al centro del país y sede de la cita internacional, ``hay total tranquilidad'' y que ``el pueblo y las organizaciones sociales se encargarán de garantizar la cumbre presidencial''.
Como en anteriores ocasiones, acusó a una ``derecha fascista y racista de conspirar permanentemente'' contra su gobierno. Su pedido de tregua quedó opacado el martes por intentos de presuntos militantes del oficialismo de linchar al escritor independiente Juan Claudio Lechín, que cumplía una huelga de hambre contra el gobierno y por insultos de Morales a varios de los ayunadores. El novelista dijo que incluso le lanzaron cartuchos de dinamita.
``Es lamentable la doble moral y el doble discurso del presidente Morales, que por un lado dice estar preocupado por la imagen del país en la Cumbre Sudamericana y por otro lado alienta y fomenta el enfrentamiento entre los bolivarianos, con declaraciones desaprensivas en contra de cualquier ciudadano que se anime a contradecir su línea autoritaria'', dijo a la AP el vocero y asambleísta de la principal fuerza opositora Podemos, José Antonio Aruquipa.
