España está en estado de alarma por primera vez en la historia de la democracia. El Gobierno acaba de firmar el decreto luego de que una huelga de controladores aéreos en el comienzo de un fin de semana largo paralizara todos los vuelos en los aeropuertos del país. La medida dejó varados a más de 250.000 pasajeros, muchos de los cuales pasaron la noche en las terminales aéreas.
El paro comenzó ayer, luego de un anuncio del gobierno local sobre nuevas medidas anticrisis que afectarán los horarios laborales de los controladores aéreos, lo que ocasionó un verdadero caos pese a la decisión del gobierno de movilizar al Ejército para que se encargue de la tarea suspendida por los trabajadores.
Los aeropuertos españoles, sobre todo en Madrid-Barajas (donde sólo algunos vuelos transatlánticos pudieron aterrizar) se encuentran desde anoche repletos de pasajeros varados. El paro obligó hoy a todas las compañías aéreas a anunciar la cancelación de todos los vuelos, según informó la agencia AFP.
El vicepresidente del gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, advirtió que los controladores aéreos que no se presenten a sus puestos de trabajo podrían ir a prisión. El estado de alarma "supone que se va a movilizar a todos los controladores y que en caso de que algún controlador no acuda a su puesto de trabajo, pasará inmediatamente a disposición judicial, acusado de un delito que puede implicar penas graves de prisión", señaló el funcionario.
El gobierno español anunció anoche que confiaba al Ejército la gestión del control aéreo después del abandono masivo de los controladores civiles de sus puestos de trabajo. El control militar se mantendrá "hasta que existan garantías de que se recupere por parte de los controladores civiles la normalidad en la prestación de sus servicios", precisó Pérez Rubalcaba.
En tanto, en el aeropuerto de Madrid miles de pasajeros pasaron la noche en los vestíbulos de facturación, sentados en el suelo, cubiertos con mantas. Muchos se quejan de no haber recibido ningún tipo de información sobre su vuelo, mientras que varios dejaron cartas de reclamo.
Los controladores aéreos abandonaron sus puestos de trabajo ayer por la tarde para protestar contra una medida adoptada poco antes por el Consejo de Ministros, que ratifica un máximo de 1.670 horas al año trabajadas. Esta medida forma parte del dispositivo de privatización parcial de la autoridad de gestión aeroportuaria (AENA) adoptada por el gobierno español en el marco de las nuevas medidas anticrisis.
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero incluso no asistió a la Cumbre Iberoamericana que se desarrolla en la ciudad de Mar del Plata justamente por el anuncio de las medidas que se realizó ayer.
Este paro comenzó justo en el inicio de un fin de semana largo para los españoles, ya que el lunes y el miércoles son feriados.