Los dos candidatos buscan convencer a los indecisos, con actos proselitistas en todo el país. Además, suman adherentes a sus fórmulas de gobierno y se disputan el apoyo de escritores y periodistas.
A siete días de la segunda vuelta electoral, las presidenciales en Perú están al rojo vivo, con acusaciones de fraude, denuncias de agresiones y un clima político enrarecido. Ante la paridad de las encuestas, que revelan un crecimiento de Keiko Fujimori, la hija del ex presidente Alberto Fujimori, y un leve retroceso del candidato nacionalista Ollanta Humala, los intelectuales cobraron esta semana una inusitada preponderancia en la caliente campaña, al debatir quién debe ser el próximo presidente del país.
Esa particular guerra dialéctica fue dirimida entre el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, que repudió a la candidata de Fuerza 2011 y lideró el antifujimorismo, y por el escritor y periodista Jaime Bayly, que denostó al candidato nacionalista, al que asoció al presidente venezolano, Hugo Chávez.