Los gobiernos europeos lanzan este lunes un plan de ataque general contra la crisis financiera mundial, con multimillonarias compras de activos bancarios y préstamos a esas instituciones, que ya generaron una primera respuesta positiva de los mercados tras una semana de hecatombes bursátiles.
Los 15 países del Eurogrupo acordaron el domingo en París un plan conjunto para atajar la crisis, centrado en dos pilares: la garantía de los préstamos interbancarios y el apoyo a las entidades para evitar su quiebra, recurriendo incluso a recapitalizaciones.
Esa "caja de herramientas" será aplicada a nivel nacional y Francia, Italia y Alemania tenían previsto este lunes presentar los detalles de sus respectivos planes. Estos países y algunos otros como España habían programado consejos de ministros extraordianarios durante la jornada.
Los montos destinados a rescatar el sector bancario se prevén monumentales. Alemania, principal potencia económica de la Unión Europea, anunciará una partida de unos 470.000 millones de euros (630.000 millones de dólares), según fuentes del gobierno de Berlín. En la práctica, esta suma implica 70.000 millones de euros en capital para los bancos, y 400.000 millones de euros en garantías para los intercambios entre entidades, sedientas de liquidez y golpeadas por una crisis de confianza.
El domingo, Portugal ya había anunciado una garantía de Estado de 20.000 millones de euros para los bancos, y Austria debía hacer otro tanto este lunes en la tarde. España afirmó por su parte que garantizará los préstamos interbancarios hasta 100.000 millones de euros hasta finales de año. Los dirigentes europeos insistieron el domingo en París en que la garantía deberá ser pagada por los bancos beneficiarios, para evitar que la opinión pública ataque estos planes que implican sumas enormes en favor de instituciones consideradas responsables de la crisis.
"No se trata de hacer regalos a los banqueros, se trata de hacer lo necesario para que los consumidores, los inversores puedan seguir funcionando de manera racional", declaró el lunes el presidente del Eurogrupo y primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker. "Los bancos a los que se ayudará deberán pagar", afirmó.
De todas maneras, los líderes europeos consideran crucial este dispositivo de apoyo a los intercambios bancarios que están prácticamente suspendidos debido a una profunda crisis de confianza. Como consecuencia de ello, los créditos a los particulares y a las empresas han sido reducidos, lo que podría provocar un paro del sistema económico y financiero.
El director general del FMI, el francés Dominique Strauss-Kahn, estimó el lunes, que después del plan anunciado el domingo en la Eurozona, y el viernes en el G7, no había ninguna razón para que no vuelva a existir confianza en el sistema financiero, en una entrevista a la radio Europe 1. "Pienso que (la confianza) debe volver. Ni los ahorradores, ni los que intervienen en el mercado, ni los jefes de empresa tienen razón para temer algo", declaró Strauss-Kahn. "Se han dado garantías, la determinación política es total", prosiguió.
Después de una semana en baja constante, las bolsas europeas volvieron a subir este lunes en un promedio de 6% y la tendencia podría confirmarse en la tarde en Wall Street. La respuesta coordinada a la crisis financiera de los europeos está en relación al plan Paulson en Estados Unidos por un monto de unos 700.000 millones de dólares. Pero aparece sobre todo inspirada en la serie de medidas adoptadas por Londres, incluyendo una participación del Estado en los capitales de los bancos y mecanismos de garantía para los préstamos interbancarios. Este lunes en la mañana, el gobierno británico inyectó 47.000 millones de euros en el capital de los bancos RBS, HBOS y Lloyds TSB.
El miércoles y el jueves, los 27 países de la Unión Europea se reunirán en Bruselas para una nueva cumbre que podría confirmar esta nueva política de intervención pública en el sistema bancario.
Fuente: AFP.