Cuando partió de vacaciones a Chile, ocho años atrás, la modelo argentina Belén Hidalgo no soñaba con convertirse en cuñada del presidente electo de ese país. Sin embargo, la realidad superó la ficción y la joven se casó con el músico y empresario nocturno Miguel Piñera, hermano del flamante primer mandatario, y junto a su esposo se transformó en una de las figuras más buscadas por la prensa local después del ballottage.
La cordobesa, que supo probar las mieles del poder y participó de los festejos tras los comicios, logró convertirse en una pieza clave en el entorno del ex senador. “ Cuando Sebastián Piñera viajó a la Argentina, me comentó que es un país muy lindo pero que le hace falta un poco más de orden, más que nada a nivel político. Además, me preguntó por qué la gente se quejaba tanto, por qué había tantas marchas”, aseguró Hidalgo en declaraciones a PERFIL.
—¿Qué impresiones se llevó su cuñado de Cristina y Néstor Kirchner?
—Políticamente no me dijo nada de ellos. En el plano personal, me confesó que Cristina lo había recibido muy bien, que habían compartido un té pero que había estado poco tiempo. Comentaron las situaciones de los diversos países e intercambiaron ideas, pero no mucho más que eso.
—¿Cómo serán las relaciones con la Argentina ahora que Sebastián Piñera estará en el Palacio de la Moneda?
—Serán mucho mejores (risas). Igualmente, han ido mejorando a lo largo de los últimos años. Sebastián es de la idea de potenciar a los países vecinos, a toda Latinoamérica. Que todos seamos un conjunto y que los países de la región se ayuden los unos a los otros.