La penosa realidad del campo de prisioneros montado por el Ejército de los Estados Unidos en Guantánamo ha merecido condenas de todo tipo, muchas en el propio seno de la sociedad americana. La propia Corte Suprema obligó a que la administración de George W. Bush difundiera la lista de esos hombres detenidos en algún lugar del planeta que terminaron en la base estadonidense en Cuba, sometidos a tormentos de todo tipo para conseguir información sobre terrorismo o lo que fuera.
Y como la triste imagen de esos presos repercute sobre la comunidad internacional, el Pentágono ha resuelto "ablandar" un poco semejante calvario, permitiendo a los reclusos que puedan llamar a sus familiares. El diario "The Washington Post" habló de la medida como parte de una estrategia para "relajar" a los frustrados presos, algunos de los cuales llevan allí desde su apertura en enero de 2002. Lo insólito de esa "mejora humanitaria" es que las llamadas a familiares podrán hacerse una vez cada seis meses.Un portavoz del Pentágono, el comandante de marina Jeffrey Gordon, señaló que la "política de los teléfonos" refleja la preocuación del Ejército por la "salud" y el "bienestar" de los presos de Guantánamo, que se ha convertido en uno de los mayores símbolos de la Administración Bush y su "guerra contra el terror".
Además, todavía no hay fecha de inicio para esas llamadas telefónicas, y tampoco esta claro cómo se van a controlar y gestionar las mismas, lo que ha generado cierto escepticismo respecto a que finalmente se vayan a llevar a cabo. Hasta el momento, los contactos con el exterior de los cerca de 275 presos de Guantánamo -todos ellos sospechosos de vínculos con el terrorismo islámico, Al-Qaeda o los talibán- se han limitado a las cartas que les remite la Cruz Roja o las visitas de sus abogados. A algunos de los detenidos sí que se les ha permitido mantener contacto telefónico con sus familiares, pero siempre por razones 'humanitarias' como la muerte de algún miembro de la familia. En todo caso, algunos de los abogados de los presos creen que permitir ahora que reanuden el contacto con el exterior puede hacer que se agrave el sufrimiento de su encierro en Guantánamo.
Fuente: www.elpais.com