Las protestas tanto en Libia, en donde se atentó contra la vida del embajador Christopher Stevens, como en Egipto, fueron causadas por la indignación que provocó una película que ridiculizó al profeta Mahoma producida por un cineasta israelí residente en California y promovida por una campaña extremista antimusulmana en Estados Unidos. Algunas escenas de la película dobladas al árabe fueron cargadas en YouTube.
La turba iracunda se generó por un video que promociona entre otros Morris Sadek, un egipcio cristiano antimusulmán en el sitio web de videos. El video presenta a Mahoma como "un fraude", mostrándolo teniendo relaciones sexuales y exhortando a masacres. El video fue producido por el estadounidense Sam Bacile.
La Inocencia de los Musulmanes (Innocence of Muslims) muestra el rostro del Profeta Mahoma –algo vetado por el islam-, cuyo intérprete además pone en duda que fuese portador de la palabra de Dios. Esa mezcla explosiva es considerada una grave ofensa por muchos musulmanes. Incluso, los musulmanes encuentran ofensiva cualquier imagen del profeta. En 2005, la publicación de 12 viñetas con su imagen en un diario danés desató disturbios en muchos países musulmanes.
La cinta de Bacile fue promocionada además por el famoso pastor Terry Jones, que hace tres años pasó al estrellato por encabezar una iniciativa a favor de la quema de coranes que desató una violenta oleada de protestas en Afganistán. Kabul ya ha ordenado el cierre de YouTube.
El embajador fallecido. Stevens, de 52 años, era un diplomático de carrera que hablaba árabe y francés y había cumplido dos períodos diplomáticos en Libia, incluso la dirección de la oficina de Bengasi durante la revuelta contra Gadafi. El Senado lo había confirmado como embajador este año.
En Washington, el presidente estadounidense Barack Obama condenó el miércoles los ataques. En una declaración de la Casa Blanca, Obama dijo que ordenó "todos los recursos necesarios para apoyar la seguridad de nuestro personal en Libia y para reforzar la seguridad en nuestros puestos diplomáticos en todo el mundo".
Quién es el director. Sam Bacile, empresario inmobiliario de 56 años que vive en California, se encuentra actualmente refugiado con paradero desconocido. Contactado por teléfono por la agencia de noticias AP, se presentó a sí mismo como un "judío de Israel" y explicó que quería denunciar el Islam con esta "película política deliberadamente provocativa". "El Islam es un cáncer. Punto final", dijo.
La película costó cinco millones de dólares y fue financiada por más de un centenar de "donantes judíos anónimos", dijo. La película fue filmada en el verano de 2011, con 59 actores y unos 45 trabajadores detrás de la cámara y se proyectó sólo una vez en una sala comercial, a principios de año "en un cine casi vacío en Hollywood", añadió.
VIDEOS (extractos de la película difundidos en Youtube):