INTERNACIONAL
Castrimo sin Fidel

Cristina se sacó la foto, pero en Cuba lo buscan a Lula

Raúl Castro oxigenó su gabinete.Ahora busca un interlocutor de peso que interceda entre La Habana y Washington.

0304raulcastroafp468
| Cedoc

Cuba experimenta por estas horas la transformación más profunda en la cúpula castrista desde el triunfo de Fidel Castro y el Che Guevara, hace ya más de medio siglo. Como en los viejos tiempos del poder soviético, son muy pocos los que pueden acceder a las entrañas de La Habana para entender qué representa la complejidad de la renovación del gabinete de Raúl Castro y, sobre todo, cuál será el futuro que le deparará a la Revolución.  

Pero a nadie escapa que hay algo que ha dejado de existir para siempre en la isla. A pesar de que el propio Fidel se esfuerce en sobreactuar desde sus "Reflexiones" para aparentar que sigue siendo parte de las decisiones, lo cierto es que los “fidelistas” y el propio Comandante, ya no son lo que eran y dejaron de marcar el paso de lo que está por venir en Cuba. 

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Es que los “ambiciosos” e “indignos” Carlos Lage Dávila y Felipe Pérez Roque, tal como definió Fidel al ex secretario de ministros y ex canciller, fueron dos de los más cercanos delfines del otrora hombre fuerte en la isla. Pérez Roque es el caso más emblemático: era el más alto funcionario nacido después de 1959, y era considerado el heredero de Fidel dentro y fuera de Cuba, por representar un discurso mucho más radical que los viejos revolucionarios de Sierra Maestra. Felipe encarnizaba la “revolución de la revolución”, una etapa que prometía mayor virulencia contra el antimperialismo. 

Pero los vientos de cambio están soplando, sobre todo, desde que Barack Obama llegó a la Casa Blanca y prometió flexibilizar el indigno embargo comercial, económico y financiero que Estados Unidos impuso para asfixiar a los cubanos desde 1962. Su propuesta permitió que los demócratas volvieran a triunfar en las últimas elecciones de Florida, sede de los cubano-americanos que hicieron de Miami su hogar en el exilio.  

Y los más duros aprendieron la lección. Los republicanos ahora coinciden en que Washington debe mejorar las relaciones con La Habana y Raúl Castro devolvió gentilezas con la designación de Bruno Rodríguez Padilla al frente de la cancillería cubana. El nuevo jefe de la diplomacia de la isla tiene la particularidad de ser el cubano que más interlocutores ostenta en Estados Unidos, donde fue destinado entre 1993 y 2004.  

Con respecto a Cuba, Obama también acaba de entender otro gesto de la política latinoamericana reciente. El mismo día que el nuevo presidente estadounidense estaba inaugurando su mandato, Cristina Kirchner se tomaba una foto con Fidel Castro . En Washington entendieron el mensaje y tomaron nota. Ahora buscan a Lula da Silva para que pueda abrir puertas de diálogo entre Estados Unidos y Cuba.  

Obama y Lula se verán el 17 de marzo en Washington, para preparar la Cumbre de las Américas que se realizará en abril en Trinidad y Tobago. Ese escenario caribeño podría ser el ideal punto de partida para completar el regreso de Cuba al mundo.

*Editor de Internacionales de Perfil.