El gobierno cubano clausuró los servicios privados de cine incluyendo los de 3D que “nunca fueron autorizados” y reiteró que “pone orden” en la ampliación del sector privado aunque sin dar “un paso atrás”.
El Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, aplicó medidas de “correcciones necesarias para proseguir ordenando esta forma de gestión, combatir la impunidad, exigir el cumplimiento de la legalidad y proteger a los trabajadores por cuenta propia, que en su inmensa mayoría cumplen las regulaciones establecidas”.
La acción oficial sirvió para recordar que ningún cine privado está dentro de los servicios y oficios “por cuentapropia” que desarrollan “más de 442.000” ciudadanos en 201 modalidades, de solo 157.000 que lo hacían antes de los cambios de 2010. También clausuraron salas de juego de computación, otra modalidad nunca aprobada oficialmente.
El comunicado reiteró que también son efectivas las “regulaciones” que prohíben a “cuentapropistas” vender artículos importados, incluyendo ropa, en el mercado interno y que compren artículos en la red de tiendas estatales para revenderlos luego. Se dio un plazo hasta fin de año para “liquidar” esos negocios.