INTERNACIONAL
primera reunion

Debutó en Italia el gobierno que une a los xenófobos con los militantes de la antipolítica

Giuseppe Conte presidió ayer la primera reunión de gabinete de la alianza entre la Liga y el movimiento Cinco Estrellas.

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Campana. El nuevo presidente del Consejo de Ministros, Giuseppe Conte, llama a la primera reunión del gobierno. | afp

Desde Roma
“Habemus governum” en Italia. Parafraseando el anuncio de las elecciones papales, la “gran alegría” fue comunicada el jueves por el jurista Giuseppe Conte, de 53 años, quien tras tres meses de idas, vueltas, alternativas y polémicas varias, juró ayer al frente de un gabinete de populistas y del partido antiinmigración.
Las elecciones italianas del 4 de marzo habían abierto una crisis sin precedentes en el país pues ninguna de las fuerzas contaba por sí misma con los números requeridos para formar gobierno, aunque el mensaje de las urnas era netamente favorable a las consignas de “cambio” y “antisistema”.

Vencedores. El escrutinio dejó dos claros vencedores: los abanderados de la “antipolítica” del Movimiento Cinque Stelle (M5S) y la Liga Norte, del xenófobo Matteo Salvini, quien integraba una alianza de centroderecha junto al partido de Silvio Berlusconi (Forza Italia, FI) y al pequeño Fratelli d’Italia (FdI) de Giorgia Meloni.
Los grandes castigados fueron el Partido Democrático (PD, de centroizquierda) del ex premier Matteo Renzi y el centroderechista Berlusconi. En contrapartida, el M5S obtuvo el 32,5% de los votos y la Liga un 17,4%, dejando atrás a su socio FI (14%).
Luigi Di Maio, 31 años, al frente del M5S, y Salvini (45) de la Liga, reclamaban el derecho a formar gobierno, pero concretar un acuerdo no resultó fácil. Sin embargo, cuando ambas fuerzas lo lograron, durante la última semana de mayo, se desató una erupción político-económica que desparramó piedras y lava ardiente en Italia, en Europa y en los indicadores bursátiles, y disparó la prima de riesgo país.
“Di tutto e di piu” (de todo y aún más) dicen en Roma, una expresión clara para sintetizar las alternativas que sacudieron las esferas políticas y económicas y llegaron al borde del abismo cuando el presidente de la República, Sergio Mattarella, vetó la designación del euroescéptico Paolo Savona como ministro de Economía, según proponía la lista del gabinete presentada por Conte en su primer encargo para formar un gobierno M5S-Liga.

Veto. Invocando el riesgo que a su juicio implicaba para el bolsillo de los ciudadanos colocar al frente de esa cartera a una figura favorable a abandonar el euro, Mattarella usó sus facultades constitucionales de presidente de la República y rechazó la propuesta de gobierno presentada por Conte.
Salvini se enfureció y reclamó el impeachment de Mattarella, quien por su parte encargó al economista Carto Cottarelli (ex funcionario del FMI, con diversas publicaciones especializadas, entre ellas un libro de 2018, I sette peccati capitali dell’economia italiana (Los siete pecados de la economía italiana), formar un gobierno técnico, de transición, orientado a nuevas elecciones, en julio o septiembre.
Salvini, por su parte, blandió su espada en defensa de Savona, mientras su popularidad iba en aumento y probablemente la posibilidad de una nueva y urgente convocatoria a las urnas le hacía agua la boca. Di Maio, en cambio, temía tal vez el alejamiento de su oportunidad estelar.
En esa situación de crisis, el 29 de mayo la prima de riesgo de Italia tuvo un pico de 320 puntos (el 30 de marzo era de 130), el mismo día las bolsas europeas registraron bajas (Milán -2,65%, Madrid -2,27%, París -1,50% y Londres -1,33%), y el dólar estadounidense siguió cayendo hasta 1.153, con una variación de -0,75% frente al valor precedente.
Pero se trata de Italia, tierra de Niccolo’ Macchiavello y donde el arte de la ricucitura (remiendo) no es una novedad: mientras la pulseada Mattarella-Di Maio se viralizaba en las redes sociales y Salvini bramaba “Savona o muerte”, un colpo di scena o vuelta de tuerca calmó las aguas, al menos por el momento.

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Conversaciones. Los protagonistas flexibilizaron sus posiciones, Di Maio y Mattarella conversaron, Salvini envainó su espada y Conte, por segunda vez encargado de formar gobierno tras la renuncia de Cottarelli a esa tarea, presentó un nuevo gabinete al presidente, quien lo aceptó con su primera sonrisa en una semana.
¿La novedad de este nuevo gobierno de Conte? Savona no es ministro de Economía sino de Asuntos Europeos. Di Maio, vicepremier, es además ministro de Desarrollo Económico y Trabajo (tratará el tema subsidio a desocupados); Salvini, también vicepremier, se reservó el Ministerio del Interior (en sus manos el tema inmigrantes).
Bolsas en alza el día del juramento (Milán +2,15% en apertura y prima de riesgo en baja 231 frente al 241 del jueves).
Un gobierno populista y de derecha pero que coincide con la voluntad de los votantes del 4 de marzo.

Matteo, el amigo de Le Pen

La dirigente ultraderechista francesa Marine Le Pen felicitó hoy a su “amigo”, el líder ultraderechista Matteo Salvini, quien fue nombrado ministro del Interior en el marco de la reciente formación del gobierno italiano, casi tres meses después de los comicios. Le Pen también subrayó que la Liga, el partido de Salvini, cuenta con siete ministros importantes. “Todo eso para nosotros es un motivo de orgullo”, aseveró la líder en la apertura de un consejo nacional de su partido, en Lyon. En esa localidad, el Frente Nacional cambiaba oficialmente de nombre para pasar a llamarse Rassemblement National. Los adherentes se decidieron a favor del nuevo nombre con una mayoría del 80,81% de los votos.