La Paz - El gobierno boliviano declaró emergencia nacional para contrarrestar los efectos de las inundaciones que azotan a casi todas las regiones del país y que han dejado un saldo parcial de 22 muertos, cerca de 20.000 familias afectadas y fuertes pérdidas económicas.
Las torrenciales lluvias que se registran desde el mes de noviembre han ocasionado la crecida y el desborde de los ríos, en al menos seis de los nueve departamentos del país, con reportes oficiales de cortes de rutas vitales para el tránsito de carga y pasajeros.
Ante la emergencia, el presidente Evo Morales, emitió un decreto declarando "situación de emergencia de carácter nacional" para afrontar los efectos de los desastres naturales agilizando el desembolso a las regiones de recursos internos y externos.
En un nuevo balance, el viceministro de Defensa Civil, Hernán Tuco, informó hoy a una red de televisión que el número de muertos por las lluvias desde noviembre subió a 22. Un balance previo señalaba 14 fallecidos. Según Tuco, los últimos muertos corresponden a tres personas que fallecieron el lunes dentro de un automóvil que fue arrastrado por un río en la central Cochabamba, mientras que otras dos perecieron alcanzados por un rayo en la sureña Sucre. No precisó las circunstancias en que fallecieron otras tres personas.
Según el ministerio de Defensa, los aguaceros que se producen desde noviembre han dejado daños económicos por 30 millones de dólares, sobre todo por la inundación de siembras de arroz, cítricos, soja y otros vegetales en seis de los nueve departamentos del país.
La ayuda del Gobierno llegará de manera inmediata a los departamentos de Santa Cruz (este), Beni (noreste), Chuquisaca (sureste), La Paz (oeste) y Cochabamba (centro) que fueron declarados en alerta roja. Asimismo, el poder Ejecutivo declaró a las provincias de Oruro (oeste), Pando (norte) y Potosí (suroeste) en alerta naranja y el de Tarija (sur) en alerta amarilla, según el informe del Ministerio de Defensa.
En la próspera ciudad de Santa Cruz, los vecinos están alarmados por la crecida del río Piraí que ha puesto en riesgo de inundación al menos 11 poblaciones ribereñas cercanas a la urbe, según el influyente diario El Deber. Las lluvias también han provocado en el departamento de Cochabamba el derrumbe en tres puntos de la vital carretera que une las ciudades de Santa Cruz y La Paz que es parte neurálgica del corredor bioceánico que une los puertos de Santos (Brasil) y Arica e Iquique (Chile). Según un último reporte de la estatal Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), también están intransitables rutas secundarias en Santa Cruz y en el departamento amazónico de Beni.
Las pérdidas que sufrirán las exportaciones bolivianas, sobre todo de productos agrícolas y el transporte, no han sido aún cuantificadas, pero por estimaciones de la privada Cámara de Exportadores, podrían superar la registrada el año pasado de 400 millones de dólares, también por desastres naturales.
El gerente de esa entidad, Oswaldo Barriga, entrevistado por El Deber, expresó su preocupación por el corte de rutas que ocasionará un retraso en la entrega de cupos de exportación, sobre todo de soja, que está penada con multas diarias de entre 20.000 a 80.000 dólares.
El Servicio Nacional de Metereología e Hidrología (Senamhi) pronosticó que las lluvias se mantendrán todavía hasta marzo de este año. "El reporte que tenemos señala que se tendrá más precipitaciones de lluvias con tormentas eléctricas durante estos días en las regiones de Santa Cruz, Pando y Beni, pero principalmente en el altiplano paceño", señaló del director de esta entidad, Félix Trujillo.
Fuente: AFP