Londres - El misterio del ciudadano británico John Darwin, que reapareció en su país cinco años después de haber sido dado por muerto, empieza a disiparse a medida que su esposa ha empezado a contar a la prensa las deudas, las mentiras y las traiciones que tiñeron su rocambolesca historia.
"Durante tres años, cuando prácticamente todos nuestros familiares creían que John había desaparecido, presuntamente muerto, estaba en realidad en casa conmigo", confesó Anne Darwin, de 55 años, en una entrevista publicada hoy por los diarios sensacionalistas Daily Mail y Daily Mirror. "Sé que puede parecer increíble, pero es el caso", añadió.
Según su versión de los hechos, Anne Darwin creyó realmente que su esposo John desapareció el 21 de marzo de 2002, cuando fue dado por muerto mientras paseaba en una canoa en aguas del mar del Norte. Su esposo le había contado que estaba ahogado, pero de deudas, y que "la única manera de salir del atolladero era hacerse pasar por muerto". "Le supliqué que no lo hiciera, le dije que sería un error. Honestamente, no sabía que había planificado, o para cuando", afirmó Darwin, que asegura que descubrió después que el "accidente" fue un montaje.
Fue frente a su casa familiar en Seaton Carew, cerca de Hartlepool (noreste) cuando ambos volvieron a verse, en febrero de 2003. "Estaba en un estado lamentable (...). Al principio no lo reconocí. Fue un shock", aseguró la mujer. "Por amor" Anne Darwin asegura que guardó el secreto, incluso ante los hijos, para a continuación dar a su esposo por muerto, sin esperar al plazo legal de siete años, para poder cobrar el seguro de vida. El marido "se hundió y lloró" cuando se dio cuenta que su esposa había pensado realmente que estaba muerto, dijo Anne Darwin. "En ese momento, quise destaparlo todo, pero me amenazó con decir que estaba implicada desde el principio", explicó.
En abril de 2003, John Darwin es declarado oficialmente muerto. Su "viuda" cobra entonces de su compañía de seguros 25.000 libras (34.000 euros) y el reembolso de su hipoteca (130.000 libras, 180.000 euros), además de una pensión de viudez. Poco a poco volvieron a su vida normal, asegura la esposa. Cuando llegaba una visita, John se iba por una puerta a su casa vecina, transformada en casa de huéspedes.
Cansado de esta vida a escondidas -a veces salía disfrazado-, John Darwin decidió emigrar para "empezar de nuevo". Obtiene un nuevo pasaporte bajo un falso nombre, John Jones, y ambos eligen en 2006 Panamá para rehacer sus vidas. Sin embargo, a finales de noviembre de este año, John Darwin "está harto de hacerse el muerto". Quiere "desesperadamente" volver a ver a sus hijos, y por eso vuelve a Gran Bretaña.
El 1 de diciembre se presenta en una comisaría en Londres, y se declara amnésico desde 2000. "No pensé nunca que fueran a creerlo", añade su esposa. Cuatro días después, John Darwin, de 57 años, fue detenido por fraude. Hoy parecía estar recuperando poco a poco su memoria, en particular para acusar a su mujer de haberse apoderado íntegramente de la póliza de seguros, según fuentes policiales anónimas citadas por el diario The Northern Echo.
Anne Darwin dejó Panamá hace varios días y se encuentra al parecer en Miami, de donde volverá a su país, quizás este mismo fin de semana.