Luiz Inácio Lula Da Silva acaba de asumir como jefe de la Casa Civil en medio de protestas en todo el país fogoneadas por las escuchas entre él y Dilma Rousseff. La Presidenta dijo que emprenderá acciones legales contra el juez que difundió las escuchas entre ella y Lula.
Todo esto desencadenó protestas en 16 ciudades de Brasil, sobre todo en San Pablo y la capital, donde se concentró la mayor cantidad de manifestantes y hubo choques con las fuerzas de seguridad.
Por otra parte, la Corte Suprema habilitó al Congreso a que continúe el proceso de impeachment contr Rousseff.
Las calles siguen efervescentes: manifestantes a favor y en contra se concentran alrededor del Palacio del Planalto y las Policía Militar teme choques entre ellos. El vicepresidente, Michel Temer, no formó parte del acto.