"Él está maravilloso de humor, excepcional, con aquella alegría de él”, dijo la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff a la prensa después de su encuentro con su antecesor Lula Da Silva.
La jefa de Estado visitó a Lula en el hospital Sirio Libanés de San Pablo, donde el ex mandatario se encuentra internado sometiéndose a un tratamiento de quimioterapia para combatir su cáncer de laringe, diagnosticado el sábado pasado.
"Es un guerrero. Saldrá entero, feliz y todavía le dará muchas contribuciones a nuestro país", aseguró Dilma. Los médicos de Da Silva son optimistas: encuadran este cáncer en un nivel “intermedio” con altas probabilidades de curación.
"Yo sufrí mucho con mi quimioterapia y tengo la seguridad que Lula tiene la capacidad de superar este gran desafío", indicó Rousseff, que en el año 2009 debió sortear el mismo obstáculo por un cáncer linfático.
Roberto Kalil Filho, médico de Lula, precisó que “hay una posibilidad de cura de alrededor del 80 por ciento" para este tumor. El ex presidente brasilero será sometido a tres sesiones de quimioterapia hasta fines de este año y al comenzar 2012 iniciará un tratamiento de radioterapia.