INTERNACIONAL
Daban misa en jeans y reemplazaron las hostias por galletas

El Arzobispado de Madrid cierra una "iglesia roja"

Una liturgia " desastrosa", según el cardenal de Madrid, Antonio Rouco Varela, motivó el cierre de una iglesia histórica de un barrio humilde de la capital española. Los curas entregaronla llave a la gente.

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Madrid - Tres sacerdotes de la parroquia de San Carlos Borromeo, abierta hace 26 años en Vallecas, barrio del suburbio de Madrid, decidieron entregar las llaves del templo a la comunidad luego de que el ultraconservador Arzobispado de Madrid decidiera cerrarla para convertirlo en un centro dedicado a la acción social de la Iglesia.

Los curas de la iglesia daban misa en jeans, repartían roscas en lugar de hostias y aceptaban a musulmanes y ateos en las misas. Ello no fue tolerado por el cardenal de Madrid, Antonio Rouco Varela, debido a que interpretó que se alejaba de la doctrina católica, por lo que decidió retirarle el templo a los tres curas, entre los que se encuentra Enrique de Castro, un sacerdote conocido en España.

Según reveló De Castro, le comunicaron que la liturgia que practican “es un desastre”. 

En un país en el que las iglesias parecen algo raleadas en las misas, los encuentro litúrgicos en San Borromeo solían estar poblados por cientos de “feligreses”.  Más numerosa aún fue la misa una vez que se conoció la decisión del arzobispado.

"La comunidad somos todos, curas y feligreses", indicó el párroco, Javier Baeza, esta tarde tras una asamblea, indicó el diario madrileño El País. Del encuentro también participaron los sacerdotes José Díaz y Enrique de Castro, quienes se declararon junto a la gente del barrio en "asamblea permanente".

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San Carlos Borromeo trabaja desde hace tres décadas en acción social en un barrio obrero de Madrid, que en los últimos años se pobló de inmigrantes. "El Evangelio nos incluye a todos y no excluye a nadie, principalmente a los más desvalidos", señaló Baeza.

Los curas adhieren a la Teología de la Liberación. "Ello supone entender el Evangelio como el rostro de Cristo en el hermano que sufre y es víctima de este sistema", dijo Baeza.

"¿Por qué el arzobispo no permite que los pobres de esta parroquia sigan celebrando la fe? ¿Por qué no permiten que la Iglesia se a de los pobres, cuando hay un montón de Iglesias de otros sectores sociales?", se preguntó el sacerdote.

Una asamblea pidió las llaves de la parroquia a los curas, ya que el templo "pertenece a todos".