Francesco Schettino, el comandante del crucero Costa Concordia naufragado en las aguas de la Isla del Giglio, fue demorado por las autoridades judiciales italianas y encarcelado.
Lo anunció el fiscal encargado del caso, Francesco Verusio, que desde hace horas interrogaba a Schettino, quien fue conducido a una cárcel de Grosseto, la ciudad más cercana de la Isla.
Schettino sería el mayor responsable del accidente en el que murieron unas tres personas.También fue detenido otro oficial que estaba a cargo.
"Estabamos navegando a una velocidad regular, "de turismo", cuando chocamos contra el borde de una roca que no estaba señalada", relató el comandante.
Verusio y los otros investigadores que están tratando de comprender las razones del naufragio no descartan que el buque haya pasado muy cerca -unos 50 metros- de la costa de la isla para permitir a los pasajeros "saludar" a los pueblitos del Giglio iluminados en la oscuridad de la noche.
"El buque se acercó torpemente a la costa, encalló en una roca que se incrustó en el lado izquierdo de la quilla. Acto seguido, el buque se inclinó y muy rápidamente, en dos o tres minutos, comenzó a embarcar una gran cantidad de agua", destacó Verusio.
Schettino, de 52 años, deberá responder de varios delitos: pluri-homicidio culposo, naufragio y abandono de la nave mientras en la misma había numeroso pasajeros.
En efecto, precisaron diferentes fuentes, Schettino habría dejado el barco hacia las 23,30 (hora italiana) de la noche de ayer: en ese momento en el Costa Concordia todavía había muchos pasajeros y miembros de la tripulación sin evacuar. Sin embargo, el capitán señaló: "la tripulación y yo fuimos los últimos en abandonar el barco". De los tres cargos, el abandono de la nave sería el más serio, informó ANSA.
En la embarcación viajaban más de 4.000 personas, entre tripulación y pasajeros. Entre ellos, 18 argentinos que ya se encuentran localizados y a salvo.