Hace dos días hicieron fuertes revelaciones de la intimidad sexual de Muammar Kadafi: que era adicto al viagra y usaba "prolongador peneano", entre otras cosas. Ahora, tras la muerte del ex líder de Libia, una joven de 22 años rompió el silencio: contó que fue parte de su "harem" durante cinco años y que el mandatario también mantenía relaciones con hombres.
"Muammar Kadafi ha devastado mi vida", dijo la joven en una entrevista al diario francés Le Monde. Ella fue secuestrada por el líder libio, violada, abusada, golpeada y obligada a tomar drogas durante cinco años, hasta que pudo escapar al exterior. "Cuando vi el cadáver de Kadafi expuesto a la multitud, había un breve placer. Luego, en la boca, sentí un sabor desagradable", comentó.
Safia, como la llamó el diario francés, nació en el este de Libia y a los 9 años su familia se trasladó a Sirte, ciudad natal de Kadafi. En 2004, el mandatario visitó su escuela y ella fue elegida para entregarle un ramo de flores.
"Para mi era un gran honor, lo llamaba 'papá Muammar' y tenía la piel de gallina", narró. El dictador se acercó a ella, puso su mano sobre su hombro y le acarició el pelo. Ese gesto indicaba a sus guardaespaldas que quería a esa niña entre su harem.
Luego, sus hombres visitaron la peluquería donde trabajaba su madre y le dijeron: "Muammar quiere verte, quiere darte unos regalos". La adolescente se fue con ellos ("¿Cómo sospechar? Era nuestro héroe", comentó) y terminó en una de las carpas beduinas de Kadafi junto al resto del harem. Allí le enseñaron a bailar, le dieron lencería erótica y la educaron en "sus otros deberes".
Safia fue sistemáticamente violada por Kadafi, algo que le ocurría a decenas de chicas de alrededor de 18 años que también formaban parte del harem, según dijo a Le Monde. Kadafi mantenía relaciones con ella dos o tres veces por semana. "Siempre sádico y violento", sostuvo, agregando que le dejaba "moretones, mordidas y cicatrices en los senos".
"Para Muammar, las chicas eran simples objetos sexuales, que podía pasar a otros luego de que él las había probado", contó la joven, quien reveló que Kadafi también organizaba fiestas donde otros líderes africanos participaban de su harem, y que el libio también mantenía relaciones con varones.
Kadafi también obligó a Safia a tomar whisky y consumir cocaína, según ella, la droga preferida del dictador. En una de las pocas visitas que autorizaba a su familia, el padre de la joven la disfrazó de anciana y logró embarcarla en un avión rumbo a Francia, donde hoy reside.