INTERNACIONAL
Ni pis su departamento de Madrid

El etarra más famoso se refugia en Sudamérica

José Ignacio de Juana Chaos salió de la cárcel el 2 de agosto, tras 21 años en prisión por los asesinatos de 25 personas. Hoy estaría “descansando” en Argentina, Brasil o Chile.

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| Cedoc

El etarra más conocido del mundo, José Ignacio de Juana Chaos, salió de la cárcel el pasado 2 de agosto y estaría refugiado en Sudamérica, indicaron fuentes de la lucha antiterrorista española al diario El Mundo.

Según trascendió, el hombre del rostro más reconocible de ETA habría optado por cruzar la frontera hacia Francia, y desde allí volar a algún destino latinoamericano para evitar el “circo jurídico-político-mediático” que lo esperaba en España. Los destinos más probables son Argentina, Brasil y Chile.

Aunque no se sabe a ciencia cierta qué lugar eligió para descansar y recuperarse de la última huelga de hambre que hizo en la cárcel, lo que está claro es que desde que salió en libertad ni siquiera pisó el departamento familiar que tiene en Madrid.

De Juana Chaos fue condenado a 21 años de cárcel por el homicidio de 25 personas, todas víctimas de ETA. Según una investigación de El Mundo, a menos de 150 metros de su departamento del barrio de San Sebastián viven por lo menos siete personas a las que la organización independentista vasca tocó de cerca: tres viudas, tres huérfanos y un secuestrado. Quizás haya querido evitarlos.

De estar de hecho en Argentina, Chile o Brasil, De Juana Chaos se sumaría a la larga lista de militantes de ETA que buscaron refugio en Sudamérica. A fines del 2004, un informe especial del diario El Mundo afirmó que había cerca de 130 etarras desplegados entre México, Venezuela, Cuba, Uruguay y Argentina.

El caso de Jesús María Lariz Iriondo es uno de los más recordados de la historia reciente. En el 2005, la Corte Suprema argentina rechazó el pedido de extradición de la Justicia española por considerar que los delitos que se le imputaban al etarra ya habían prescrito para la legislación argentina.

Lariz Iriondo pidió entonces asilo político a la jueza María Servini de Cubría y argumentó que en España era un perseguido político.