Llevan 65 días atrapados a 700 metros bajo tierra y en la mañana de ayer, al fin, una de las perforadoras pudo dar con ellos. Entonces, la emoción caló hondo y la alegría con la que familiares y amigos de los 33 se abrazaron contagió a todos. Chile ha vivido un milagro de grandes proporciones y la Tierra se apronta a devolver a estos hombres que han cosechado las ilusiones de millones de personas.