afp/ansa desde El Vaticano
Con la espontaneidad que lo caracteriza, el papa Francisco se calzó ayer por un rato el traje de animador infantil durante un encuentro en el Vaticano con 500 niños en riesgo de abandono escolar.
“Les agradezco por esta visita, estoy muy contento de encontrarnos todos juntos”, afirmó el pontífice ante su juvenil audiencia. “También nosotros”, contestaron los chicos, a lo que Jorge Bergoglio respondió jocosamente: “¿Algunos de ustedes no están contentos?”. Los niños le siguieron la broma y, entre risas, comenzaron a gritar más fuerte: “¡Sí, estamos todos contentos!”.
Los pequeños, de 9 a 10 años, llegaron ayer al Vaticano a bordo del Tren de los Niños puesto a disposición por los ferrocarriles del Estado. Visitaron la Basílica de San Pedro y, tras la audiencia con Francisco, pasearon por el Coliseo romano. Todos ellos pertenecen a familias de las periferias de Nápoles y Roma y fueron convocados al aula Pablo VI en ocasión de una etapa del llamado Patio de los Gentiles, una iniciativa para estimular el diálogo de católicos con los no creyentes. Se trata de jóvenes que, por su realidad económica y social, están en peligro de abandonar la escuela primaria.
“Ahora les doy la bendición y pediré al Señor por ustedes, para que haga de ustedes, niños y niñas, muchachos y muchachas, hombres y mujeres que llevan adelante el amor –les dijo el Papa–. Cada uno piense dentro del corazón en las personas que quiere, para que también ellas sean bendecidas”. Luego, Francisco volvió a ponerse en el rol de animador. “Bueno... ¿no hay otra canción? Cantemos otra”, y comenzó a sonar O sole mio.
Tras la histórica gira por Medio Oriente que protagonizó la semana pasada, Bergoglio se prepara para encabezar hoy un encuentro religioso en el Estadio Olímpico de Roma, para el que se esperan 52 mil personas. El evento es parte de la 37ª convocatoria del movimiento católico Renovación en el Espíritu (RNE), en la que Francisco ofrecerá una hora y media de oración, cantos, testimonios y diálogos.
El próximo fin de semana, el Pontífice recibirá en el Vaticano a los mandatarios de Israel y la Autoridad Nacional Palestina para realizar una oración conjunta a favor de la paz y la resolución del conflicto en Medio Oriente.