Brasilia
La cúpula del Partido Socialista Brasileño (PSB), que integra la base oficialista en el Congreso y tiene un ministro en el gabinete, pidió ayer la renuncia del presidente Michel Temer, e incluso firmó un pedido de impeachment, para “acelerar la solución de la crisis de gobernabilidad ya instalada”.
Los socialistas no precisaron si tomarán medidas contra el ministro de Minas y Energías, el diputado Fernando Coelho Filho, que pertenece al PSB, en caso de que no acepte dejar el gobierno.
“Nunca fuimos parte del gobierno, porque desde el comienzo nos negamos a indicar funcionarios, aunque haya un ministro que pertenezca a nuestro partido”, dijo el presidente del PSB, Carlos Siqueira.
El titular del prtido reveló que le sugirió a Coelho abandonar el ministerio. “Me pidió 24 horas. Me dijo que lo iba a pensar. El tiene la libertad de quedarse, por supuesto, pero no en nombre del partido”.
Directas. El PSB también acordó pronunciarse a favor de la propuesta de enmienda constitucional que establece la convocatoria a elecciones directas en caso de que la presidencia de la República quede vacante.
La Constitución actual prevé elecciones indirectas, a cargo del Congreso, cuando el presidente ya superó la mitad del mandato, como es el caso de Temer.
Teóricamente, esto significa que los parlamentarios del partido estarían obligados a votar a favor de la propuesta que ya fue presentada a la Cámara por el diputado Miro Teixeira, si no quieren exponerse a ser expulsados del PSB.
El partido tiene la séptima mayor bancada de la Cámara baja, con 35 diputados. En el Senado es la cuarta, con siete miembros.
“Somos favorables a que la solución a la vacancia del cargo sea estrictamente dentro de la Constitución en los términos actuales o en los que vayan a ser modificados por el Congreso para permitir, lo que sería ideal, la elección directa del presidente”, dijo Siqueira.
Otros integrantes del partido fueron más enfáticos que el presidente sobre la posicion del partido.
Oposición. “Quien considera que el presidente ya no tiene condiciones de liderar un proyecto nacional se coloca de hecho en la oposición”, dijo el ex gobernador de Espíritu Santo, Renato Casagrande, secretario general del PSB.
Los socialistas, que tuvieron ministros en los dos gobiernos de Lula da Silva y en el que lideró Dilma Rousseff, no eran de todos modos aliados firmes de Temer. Semanas atrás, el PSB se había posicionado abiertamente en contra de las reformas laboral y de la previsión que el gobierno considera fundamentales para recuperar la economía del país.
Pese a la posición oficial, 14 diputados socialistas votaron a favor de las reformas.