Luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra los Estados Unidos que dejaron cerca de 3.000 muertos, el Congreso autoriza al presidente George W.Bush a usar la fuerza contra los países, organizaciones e individuos involucrados en los atentados. En noviembre de ese mismo año, Bush crea tribunales militares de excepción para juzgar a los "combatientes enemigos". Los primeros prisioneros llegan a la base naval estadounidense de Guantánamo, el 11 de enero de 2002.
El 7 de febrero una directiva presidencial afirma que la Convención de Ginebra no se aplica a Guantánamo y un tribunal de apelaciones federal estima que los detenidos deben tener acceso a un abogado.
A mediados del año 2004, la Corte Suprema autoriza a los prisioneros a apelar su detención ante un tribunal federal estadounidense y el gobierno crea "comisiones militares de revisión" para examinar el estatuto de los detenidos.
Decenas de detenidos inician una huelga de hambre. Algunos la mantendrán durante meses y son alimentados a la fuerza. Y dos años más tarde, tres detenidos se suicidan en sus respectivas celdas.
La Corte Suprema estima que la Constitución garantiza derechos a los prisioneros, entre ellos el de apelar contra su detención ante la corte federal de Washington. El 16 de noviembre de 2008 Barack Obama anuncia que cerrará la prisión de Guantánamo dos días después un juez federal examina por primera vez el expediente de los detenidos de Guantánamo y declara que la detención de cinco de ellos es ilegal.
Poco antes de cerrar el 2008, tres de los cinco hombres acusados de haber organizado los atentados del 11 de septiembre se declaran culpables y después se retractan en espera de que los otros dos sean autorizados a hacer lo mismo.
En enero de este año Barack Obama reconoce que el cierre de Guantánamo no podrá hacerse en los tres primeros meses de su mandato y se reanudan los juicios contra los cinco acusados del 11 de septiembre y contra Omar Khadr, un canadiense detenido a los 15 años y acusado de crimen de guerra. Barack Obama firmó un decreto que ordena el cierre de Guantánamo. Más de 800 prisioneros han pasado por la base situada en Cuba y unos 245 siguen detenidos, la mayoría en celdas de aislamiento de alta seguridad.
Fuente: AFP