Amstetten, Austria. - La policía austríaca dijo el miércoles que Josef Fritzl, el "Monstruo de Austria" que durante 24 años mantuvo encerrada a su hija a la que engendró siete hijos, no tuvo cómplices y planeó su secuestro meticulosamente para no ser sorprendido antes.
Confrontado a las preguntas sobre cómo fue posible que tan largo cautiverio se desconociera durante tanto tiempo, el jefe de la policía criminal de Baja Austria (este), Franz Polzer, dijo que no había el más mínimo indicio de que Fritzl tuviera la complicidad de nadie. "Como criminólogo no puedo descartar nada, pero según lo avanzado en nuestras investigaciones, Fritzl actuó solo. No hubo cómplices", dijo Polzer.
Mientras tanto, en un video subido a youtube se puede ver al feroz Fritzl mostrando su otra cara, la de un feliz veraneante en las playas tailandesas. En la grabación, el "Monstruo" aparece distendido, mientras recibe masajes, cena en un restaurante y hace compras.
Cinco días después del terrible hallazgo, la policía seguía revisando minuciosamente "la casa del horror" de Amstetten -a 100 km de Viena- donde Josef Fritzl, de 73 años, mantuvo encerrada a su hija Elisabeth, que hoy en día tiene 42 años. Además, la policía anunció que quiere interrogar a unas cien personas que habrían vivido en el edificio en que se encuentra la casa.
A pesar de la confesión completa del principal sospechoso, Polzer estimó que la investigación podría durar "seis meses". El tiempo necesario para examinar las pruebas que desde el lunes la policía está sacando en cajas de cartón de la vivienda donde Fritzl secuestró a su hija durante casi un cuarto de siglo con tres de los siete hijos fruto de la relación incestuosa que le impuso.
También será necesario esperar que las víctimas, que están en el servicio psiquiátrico de una clínica de Amstetten-Maurer protegidas de los medios de comunicación, vuelvan a estar lo suficientemente equilibradas como para soportar una audiencia policial. Elisabeth, su madre Rosemarie, de 69 años, y cinco de los niños están sometidos a terapia individual en una unidad psiquiátrica.
La hija mayor de Elisabeth, Kerstin, de 19 años, está ingresada en un hospital en estado crítico. El drama podría haber sido más corto si el equipo que en 1999 fue a la vivienda para revisar la caldera que estaba en el sótano hubiera imaginado lo que ocurría detrás de esa pared. "No tenían ninguna posibilidad de saber lo que se ocultaba detrás", dijo a la televisión austríaca ORF un portavoz de la alcaldía de Amstetten, Hermann Gruber.
Al confesar el lunes sus delitos ante la policía, Fritzl reconoció que poco después del nacimiento en 1996 del séptimo niño que engendró a su hija, que nació muerto, quemó el cuerpo del gemelo en esa caldera.
El canciller austríaco Alfred Gusenbauer, prometió el miércoles que preservará la imagen de Austria tras el descubrimiento del caso Fritzl. "No se puede hablar del caso Amstetten, no se puede hablar del caso Austria, se trata de un caso particular", dijo Gusenbauer tras afirmar que no puede "aceptar que la imagen internacional de Austria se vea empañada" por este caso.
Josef Fritzl, encarcelado en Sankt Polten, volverá a comparecer ante el fiscal en principio la semana próxima. El lunes confesó sus delitos. Poco después, los resultados de las pruebas de ADN confirmaban que es el padre de los seis hijos de Elisabeth.
Pero el martes no dijo ni una palabra al juez de instrucción y la semana que viene podría comportarse de igual forma aconsejado por su abogado, Rudolf Mayer, especialista en casos mediáticos. Su defensor reclamó que sea sometido a exámenes psiquiátricos. "Es necesario determinar si mi cliente es responsable de sus actos. Quizá sea esquizofrénico. Después de todo, tuvo una doble vida", se preguntó el letrado en el diario Die Presse.
Mayer rechaza las acusaciones de violación y homicidio por neligencia. Si la justicia retiene ese último delito, Josef Fritzl podría ser condenado a cadena perpetua. La justicia sigue investigando la responsabilidad del sospechoso en la muerte de un bebé de días luego de su nacimiento en el sótano en 1996 por falta de atención médica. Los cargos por violación y secuestro podría suponer penas de hasta 15 años de cárcel.
Josef Fritzl logró adoptar los tres niños nacidos del incesto en los años 90, haciendo creer a las autoridades y a su propia mujer que Elisabeth los había abandonado en la puerta de la casa.
Fuente: AFP