La feria madrileña de arte contemporáneo ARCO abrió este miércoles sus puertas, en una jornada marcada por una controversia por el retiro de una instalación del artista español Santiago Sierra sobre "presos políticos" catalanes.
El organizador de la feria, la empresa pública Ifema, indicó en un comunicado que solicitó a la Galería Helga de Alvear la retirada de la obra, ya que generó una polémica que "está perjudicando la visibilidad del conjunto de los contenidos que reúne ARCOMadrid 2018".
Sierra denunció "censura" y estimó que el hecho "daña seriamente la imagen de esta feria internacional y del propio Estado español", en un mensaje en Facebook.
De acuerdo con Sierra, la pieza "precisamente denunciaba el clima de persecución que estamos sufriendo los trabajadores culturales en los últimos tiempos", agregó el polémico artista, que en el pasado creó una "cámara de gas" en una sinagoga alemana o usó a prostitutas y migrantes para denunciar su explotación.
Desviar la atención. Ifema alegó que decidió retirar la obra "Presos políticos en la España contemporánea", 24 fotografías de personas condenadas o investigadas en relación, a juicio del artista, por sus ideas, para "alejar de su desarrollo los discursos que desvíen la atención del conjunto de la feria", consignó la agencia AFP. De la feria participan 208 galerías de 29 países.
La instalación de Sierra se basaba en imágenes pixeladas de personajes como el ex vicepresidente catalán Oriol Junqueras, en prisión provisional desde hace más de tres meses, investigado por rebelión y sedición en conexión con el fallida intento secesionista en Cataluña de octubre de 2017.
También aparecían Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, dirigentes de dos asociaciones soberanistas, encarcelados también por su papel en la tentativa independentista.
La instalación incluía a otras personas ajenas a la crisis catalana, como dos titiriteros que estuvieron bajo custodia policial y en prisión preventiva a causa de un espectáculo por el que fueron acusados de hacer apología del terrorismo, al evocar a la organización separatista vasca ETA y a Al Qaida. Los dos artistas fueron puestos en libertad.
Ifema subrayó que su prioridad es "garantizar el retorno de la inversión" a las galerías participantes.
Cuestionamiento en redes. La decisión provocó gran cantidad de mensajes en redes sociales. Un periodista catalán recordó en Twitter que el artista pudo exponer sin problemas un año antes obras con esvásticas.
El ayuntamiento de Madrid, presente en los órganos de dirección de Ifema, mostró en un comunicado su rechazo a la decisión tomada "ya que defiende la libertad de expresión y de creación por encima de todo".
La polémica por la obra de Sierra se suma a otros debates en España en los últimos años por la libertad de expresión de los artistas.En 2015, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) decidió cancelar una exposición en la que figuraba una escultura del rey español emérito Juan Carlos tendido a cuatro patas y sodomizado, aunque luego revirtió su decisión.
El debate sobre la libertad de expresión no se agota sólo en el arte español. Esta semana, el Tribunal Supremo de ese país ratificó la condena de tres años y medio de cárcel al rapero José Miguel Arenas, conocido como Valtonyc, por los delitos de calumnias e injurias graves a la Corona, enaltecimiento del terrorismo y amenazas. Según el diario El País, el contenido de algunas de sus canciones exponía el “apoyo y alabanza” a las organizaciones terroristas Grapo y ETA, frases ofensivas contra el rey y sus familiares.
El artista se defendió ante el tribunal y aseguró que actuó bajo su derecho a la libertad de expresión y a la creación artística. Además, insistió en que el rap es un género musical con letras “extremas, provocadoras y simbólicas”, relató el medio español.