Lima - El meteorito que cayó hace más de dos semanas en el departamento peruano de Puno desató un escándalo que involucra a la policía del país andino, después de que un ciudadano estadounidense admitiera que pagó unos 1.000 dólares para llevarse unos 300 gramos del meteorito y acusara a un alto jefe policial de ser uno de los vendedores.
El ex sargento del Ejército de Estados Unidos, Michael Farmer, conocido internacionalmente como el "mercader de meteoritos", dijo que realizó la compra "legalmente" a los pobladores de Carancas, cerca a la frontera con Bolivia, donde cayó el objeto, pero indicó que también compró algunos restos a agentes de la Policía.
"La Policía es la que ha vendido la mayor parte (de fragmentos). Serán unos 30 kilos, porque los efectivos policiales se llevaron pedazos y dijeron a la población que eran peligrosos y no debían tocarlos", señaló Farmer a un medio local desde el Estado de Arizona, donde reside.
"Ahora dicen que soy un ladrón, cuando ellos fueron los primeros en recoger trozos del meteorito y negociarlos. Incluso el jefe de la Policía de Desaguadero, mayor Víctor Anaya, le vendió un pedazo de cuatro kilos a un compatriota mío por 2.000 dólares", añadió.
Farmer también dijo que el alcalde de Desaguadero presidió una ceremonia de pago a la tierra antes de comenzar a retirar las partes del meteorito.
Según Farmer, después de que los policías le vendieron los fragmentos quisieron detenerlo, por lo que les pagó 100 dólares a cada uno para escapar hacia Bolivia y continuar su viaje a Estados Unidos.
El mayor Anaya rechazó las acusaciones y aseguró que los fragmentos del objeto que recogió la Policía fueron entregados a los científicos. Asimismo, negó que haya brindado resguardo al estadounidense.
El presidente del Instituto Geofísico del Perú, Ronald Woodman, había denunciado hace unos días que un grupo de norteamericanos, con la aparente complicidad de la Policía y los campesinos pretendía llevarse fragmentos del meteorito para venderlos a coleccionistas, lo que fue desmentido autoridades municipales y dirigentes comunales.
El sitio web de Farmer oferta centenares de fragmentos de meteoritos hallados en todo el mundo, pero todavía no ofrece sus supuestos hallazgos en el sur de Perú, aunque según la agencia estatal peruana Andina, piensa vender sus fragmentos a 50 dólares.
En una oportunidad, Farmer incluso vendió un fragmento de un kilogramo que había caído en Marruecos por 1,5 millones de dólares.
Ante el escándalo, el Instituto Geológico Minero y Metalurgico (Ingemmet) pidió a las autoridades que declaren como patrimonio nacional el cráter de poco más de 13 por 13 metros dejado por el impacto y los restos que quedan del meteorito para evitar que sigan siendo comercializados y así garantizar su investigación y promoción turística.
El meteorito cayó la noche del 15 de septiembre en la localidad de Carancas. Los campesinos que se acercaron hasta el lugar presentaron molestias de salud, como mareos y náuseas, pero las médicos aclararon que tenían origen psicosomático porque el cuerpo celeste no despedía ningún tipo de radiación.
Fuente: DPA