La esperada reunión en la Casa Blanca para cerrar un pacto sobre el plan de salvamento para la economía estadounidense concluyó hoy sin acuerdo, según relataron varios de los asistentes. Richard Shelby, líder republicano en el comité bancario del Senado, dejó claro que no existe aún un acuerdo y que lo anunciado en la mañana de hoy por otros líderes del Congreso no es válido. "Ese acuerdo es obviamente un 'no acuerdo'".
El senador representa al sector más conservador del Partido Republicano, que se opone por principio a la intervención del gobierno en el mercado. La reunión, convocada por el presidente George W. Bush, fue calificada de histórica por los medios estadounidenses. A ella asistieron el propio Bush, los dos candidatos a sucederlo, John McCain y Barack Obama, y los líderes de ambos partidos en el Congreso.
En principio se preveía que al menos Obama y McCain hablasen al final de la reunión, pero los dos se marcharon de la Casa Blanca sin encontrarse con la prensa. Los portavoces de los líderes demócratas en el Congreso y en el Senado, Nancy Pelosi y Harry Reid, confirmaron que aún no existe un acuerdo y que las negociaciones siguen abiertas. El gobierno del presidente George W. Bush presentó a comienzos de semana un plan que consistía básicamente en gastar 700.000 millones de dólares del erario público en adquirir los valores "tóxicos" que están complicando a los mercados, especialmente los inmobiliarios.
Numerosos congresistas de ambos partidos mostraron sus reticencias al plan. Muchos de ellos reclamaron que el Congreso vigile cómo se gasta el dinero, que se compense también a los ciudadanos que perdieron sus viviendas, que Wall Street devuelva el dinero cuando lleguen tiempos mejores y que no se gaste dinero público en pagar multimillonarios despidos a los ejecutivos de las grandes compañías ahora en problemas.
Además, Shelby exhibió hoy a la salida de la Casa Blanca una declaración firmada por 44 economistas de reconocido prestigio de Estados Unidos que aseguran que el plan del gobierno "es un mal plan que no resuelve los problemas". El líder republicano en la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, fue algo más conciliador y aseguró creer que "existe consenso sobre cómo seguir adelante". Hoyer reveló que en la reunión Obama se mostró "más concreto y específico", mientras que McCain fue "más breve". Antes de comenzar la reunión, el presidente Bush insistió en la necesidad de aprobar un plan "lo antes posible". "Estaremos en una seria crisis económica en el país si no aprobamos esta legislación".
Teóricamente, el Congreso debe comenzar sus vacaciones mañana, pero es probable que prolongue sus sesiones para aprobar el plan que resulte de las negociaciones. Hoyer explicó que ya advirtió a sus compañeros de partido que se preparen para quedarse en Washington el tiempo que sea necesario. "Los miembros del Congreso deben estar preparados para estar aquí el sàbado, el domingo, la próxima semana o la siguiente"