Las mayores inundaciones en la última década acechan todavía a Europa central y en especial a Alemania, donde más de 80 mil socorristas, entre ellos bomberos y soldados, realizaban ayer exhaustivas tareas de emergencia para contener la crecida de los ríos. Al menos veinte personas murieron hasta ahora por el temporal y muchas otras continúan desaparecidas, luego de las intensas lluvias que azotan la región desde el fin de semana pasado.
Los gobiernos de los países afectados concuerdan en afirmar que la gravedad de los daños será similar a la que provocaron las inundaciones de 2002 en la región. En Alemania, miles de ciudadanos que fueron evacuados aún no pueden regresar a sus viviendas, mientras que los puentes y calles están intransitables en varias regiones del este y el sur del país.
Los habitantes de Magdeburgo, en la región de Sajonia-Anhalt, esperaban ansiosos río abajo mientras la crecida del Elba se aproximaba, al tiempo que los vecinos afectados por las aguas limpiaban los destrozos que dejó la corriente fluvial a su paso. El Elba subía ayer “dos centímetros cada dos horas”, según indicó Pia Leson, vocera del comité de crisis a cargo de la zona.
La crecida obligó a evacuar un hospital de la ciudad de Bitterfeld, amenazado por la rotura de un dique, así como varias clínicas para personas mayores en Magdeburgo. Las autoridades cortaron el suministro eléctrico en varias zonas de la ciudad para evitar muertes por electrocución. En el área donde el río Saale se une con el Elba, unas 3 mil personas tuvieron que abandonar sus viviendas.
En Muhlberg, región de Brandeburgo, unos 250 soldados, ayudados por 650 voluntarios, terminaron de madrugada la construcción de urgencia de una ruta para poder transportar material hacia un descampado de medio kilómetro de largo ubicado junto al dique. Los casi 4 mil habitantes de esa localidad fueron evacuados el jueves.
También se registraron crecidas de ríos en Hungría, Eslovaquia y la República Checa, mientras que miles de personas en Austria pelean aún contra el lodo que dejaron las recientes inundaciones en el delta del Danubio. En Eslovaquia, el caudal de ese río seguía creciendo a la altura de los pueblos de Sturovo y Komarno, cerca de la frontera húngara. La situación en Komarno era particularmente grave y varias barreras de protección presentaban filtraciones que los voluntarios intentaban reforzar precariamente con bolsas de arena.
En tanto, el temporal causó dos muertes en Rumania: un hombre se ahogó en su casa y otro murió electrocutado.
Un récord para el Danubio
Hungría teme ser el próximo país fatalmente castigado por las inundaciones que cubren Europa central desde hace una semana. La capital, Budapest, se organizaba ayer para enfrentar una crecida histórica del río Danubio prevista para mañana. Ayer temprano, los equipos de socorristas reforzaban los diques junto al Danubio y se preparaban para las “peores inundaciones de todos los tiempos”, según las definió el primer ministro Viktor Orban.
En Budapest, el nivel del Danubio ya alcanzó los 8,55 metros y se acerca al récord histórico en la capital de 8,60 metros, en 2006. Los hidrólogos esperaban un nivel máximo de 9 metros, lo que pondría en riesgo puntos críticos de la capital, como el barrio Romani.