El nombre de Charles Manson está asociado a la muerte: el hombre fallecido en 2017 en prisión, y quien cobró notoriedad en la historia, fue el instigador de macabros crímenes. Con la ayuda de un grupo de jóvenes que reclutó en su secta a finales de los años '60, terminó en 48 horas con el fulgor del movimiento hippie, un momento recordado por muchos como 'el verano del amor'.
Los jóvenes, que en medio de la explosión del ‘hippismo’ -movimiento que buscaba la independencia de la familia y de los cánones establecidos en ese momento- siguieron las siniestras órdenes de Manson, convencidos de que aquel hombre de entonces 35 años era la reencarnación de Jesucristo, formaron parte en 1969 de una de mas masacres más recordadas, donde este 'líder' les ordenó cometer una serie de asesinatos. Su objetivo: desatar una revolución racial.
Nacido en 1934, Manson fue el hijo de una prostituta. Jamás conoció a su padre y el apellido lo heredó de un esposo de su madre. Tuvo una infancia y adolescencia complicada y pasó por diferentes reformatorios. Estuvo detenido en varias oportunidades (por proxenetismo, fraude y robo). En 1967 se instaló en San Francisco e intentó cambiar el rumbo y sacó a relucir su lado místico. Al tiempo que intentaba ganarse la vida como músico, se rodeó de un puñado de seguidores alucinados, que le daban importancia a sus discursos. Junto con muchos de ellos se mudó a un rancho en el Valle de la Muerte, en California y conformó lo que se conoció luego como 'La Familia'. Ese fue el lugar desde donde el criminal envió a sus 'súbditos' a matar. ¿Su objetivo? desatar una revolución racial. Con su pelo largo y sus prácticas sexuales promiscuas, Manson encuadraba a la perfección con el prototipo de hippie. Si bien muchas de sus prácticas estaban en las antípodas de los valores hippies de pacifismo y empatía, muchos decidieron asociarlo con ellos de todas formas.
El golpe. El 9 de agosto de 1969, cuatro integrantes de ‘La Familia’ acudieron a casa del productor de Hollywood Terry Melcher, en la calle Cielo Drive 10050, que tiempo antes había rechazado a Manson. Allí, torturaron; apuñalaron; les dispararon y colgaron a 5 personas. Una de las víctimas era la actriz Sharon Tate, esposa de Roman Polanski. Tenía 26 años e iba a dar a luz en dos semanas. Su cuerpo apareció atado con una soga al del peluquero de celebridades de la época, Jay Sebring. Cuando acabaron la matanza, los miembros de 'La Familia' pintaron con sangre la palabra "cerdo" en la puerta de la vivienda.
La masacre continuó. A la noche siguiente del asesinato de Tate, el propio Manson salió de su guarida y con media docena de seguidores otra vez atacó una casa de Los Ángeles: en este caso, la del adinerado Leno LaBianca y su esposa, Rosemary. Allí, el líder de 'La Familia' ordenó a sus súbditos que los mataran puñaladas. En la paredes volvieron a invocar sus demonios al escribir 'Muerte a los cerdos'.
"La Familia"
- Charles ‘Tex’ Watson. En la noche del 8 de agosto de 1969, se presentó en la mansión del número 10050 de Cielo Drive, en Beverly Hills, junto con sus compañeras Atkins, Kasabian y Krenwinkel. Al entrar en la casa dijo: “Soy el diablo y he venido a ejecutar la obra del diablo”. Acto seguido, mató a tiros a dos de los hombres que allí estaban y acuchilló a tres mujeres, entre ellas Tate. Al día siguiente, fue quien acuchilló a Leno Labianca y a su esposa. Se fue a Texas tras los crímenes y detenido luego de que la Policía de California notificara que había encontrado sus huellas en la puerta de la casa de la esposa de Polanski. En la actualidad, tiene 73 años y se encuentra en la prisión de Mule Creek en Ion, California. En la cárcel renegó de Manson, se ordenó ministro religioso, se casó y tuvo cuatro hijos. Lleva 46 años encerrado.
- Susan Atkins. Tenía 19 años cuando conoció a Manson. Su fe en él era total y no se separó de su lado hasta que ambos fueron juzgados por los siete asesinatos. Durante el juicio, se convirtió en una especie del símbolo de todo lo malo que le podía pasar a una chica metida en el mundo de los hippies y las drogas. La joven confesó haber acuchillado a Tate y a otra de las víctimas del primer ataque y su relato estremeció al jurado. También contó que su compañero Watson le dijo que dejara algún tipo de señal en la casa que “asombrara al mundo”, y por eso decidió pintar la palabra “PIG” (cerdo) con la sangre de la actriz en la puerta. Al momento de recibir la condena era madre de un nene de tres años. En prisión, se aferró a la religión y renunció a Manson. Se casó dos veces tras las rejas y le negaron libertad condicional 13 veces. En 2008 se le diagnosticó un cáncer en el cerebro y murió en septiembre del año siguiente a los 61 años.
- Leslie Van Houten. Tenía también 19 años cuando participó en los crímenes. Conoció a Manson a través de un novio y se mudó junto con otros compañeros a la casa del Valle de la Muerte, junto con 'el profeta'. Ella no participó en los asesinatos de la mansión de Polanski, pero sí de los dos ocurridos al día siguiente. Manson y Watson la reclutaron para su segundo ataque: “Tex me dio el cuchillo y me dijo: ‘Haz algo’, porque Manson le había dicho que se asegurara de que todos nos manchábamos las manos”, recordó en una entrevista con ABC en 1999. La mujer se arrepintió de los crímenes públicamente en reiteradas oportunidades. La libertad condicional se le negó 21 veces. En la actualidad tiene 69 años y cumple una condena de prisión perpetua en California.
- Patricia Krenwinkel. Nacida en Los Ángeles, trabajaba como secretaria cuando en 1967, a los 20 años, conoció a Manson. Se convirtió en una de sus novias y lo acompañó a San Francisco, donde él intentó ser músico antes de volver a Los Ángeles. Participó en las dos noches de terror de agosto de 1969 y fue condenada por siete asesinatos en primer grado. En el juicio confesó haber perseguido a una de las mujeres por la mansión de Cielo Drive hasta acuchillarla 28 veces. En una entrevista publicada por The New York Times en 2014, aseguró: “Cuando pienso en mí lo que más me viene a la cabeza es lo cobarde que he sido, hasta dónde me he dejado ir”. En la actualidad tiene 71 años y lleva 48 en prisión. Le negaron la libertad condicional 14 veces.Tras la muerte de Atkins, tiene el récord de años entre rejas de una mujer en California.
- Lynette Fromme. Vivía en California cuando conoció a Manson y se unió al grupo en 1967, a los 19 años. Si bien la joven no participó de los crímenes, durante el juicio se encargó de defender a Manson a las puertas del tribunal. Cuando el líder se grabó una X en la frente, y las tres mujeres juzgadas junto a él también lo hicieron, Fromme se sumó desde el exterior. No se volvió a saber nada de ella hasta que, en 1975, cobró notoriedad por intentar fallidamente asesinar al presidente Gerald Ford durante un acto público. Fue condenada a perpetua y siguió en contacto con Manson por carta. En 1987 logró escapar de la cárcel e intentó encontrarse con él, luego de que se había enterado que su 'líder' tenía cáncer testicular. Fue aprehendida a los dos días. En 2009, después de 34 años en la cárcel, obtuvo la libertad condicional. Ahora tiene 70 años.
- Linda Kasabian. Fue la persona que condujo el auto y vigiló desde la calle durante los crímenes Tate-Labianca. Tenía 20 años en ese momento y se había unido al grupo poco antes. Según su testimonio, se quedó horrorizada cuando se dio cuenta de lo que ocurría. Se fue de Los Ángeles después de los asesinatos y se entregó a la policía en New Hampshire cuando supo que la buscaban. Durante el juicio llegó a un pacto con la Fiscalía para colaborar a cambio de inmunidad. Su testimonio fue clave para lograr la condena de toda la 'Familia Manson'. En la actualidad tiene 70 años.
Mitos. Manson pretendía hacer creer a las autoridades que los asesinatos habían sido cometidos por miembros de la comunidad afroamericana y buscaba con eso incitar a una guerra racial entre negros y blancos. El enfrentamiento, se decía entonces, era una supuesta profecía contenida en la canción Helter Skelter, del Álbum Blanco de Los Beatles. Esta presunta vinculación con los cuatro de Liverpool fue desmentida por Sandra “Blue” Good, una exintegrante del culto, que en entrevista desterró el mito: “Es absolutamente falso. Charles creció en otra década, The Beatles no era su música. Donde vivíamos no teníamos radio. Una vez llegó alguien a visitar y llevó un tocadiscos y dijo que teníamos que escuchar ese álbum. Nos gustó y algunos lo siguieron tocando. En esa época había mensajes en toda la música, se usaba como símbolo de protesta. Era interesante para nosotros, pero no estábamos obsesionados”, aseguró.
El 25 de enero de 1971, Manson fue condenado. El castigo era la pena de muerte, pero un cambio de doctrina judicial le salvó y quedó recluido a perpetuidad. La mayoría de sus seguidores también fueron sentenciados. Con el correr de los años, su figura se erigió en un símbolo de maldad que también fue absorbido por la voraz cultura pop. Su rostro se volvió un ícono del mal y el cine y la literatura no desaprovecharon esta ocasión.
Antes de ser juzgado, Manson concedió una sola entrevista a la edición estadounidense de la revista Rolling Stone. "Solo hay uno. Soy el único. No me importa lo que otras personas piensen, solo hago lo que mi alma me dice", respondió cuando le preguntaron si se consideraba un líder.
En prisión, quien supo ser el 'líder' de una secta que cometió atroces crímenes pasaba sus días entre juegos de ajedrez y lecturas de la Biblia. Recibía visitas de diferentes personas que se sentían atraídas por su historia. A fines de 2014, pidió sin éxito autorización para casarse con una mujer de 26 años. En enero de 2017 fue hospitalizado por una hemorragia interna y el 19 de noviembre del mismo año, murió en el hospital Mercy de Bakersfield (California). Tenía 83 años. Nunca mostró arrepentimiento.
FDS/FF