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Tras 6 horas de tensin

Filipinas: frustran intento de golpe contra la Presidenta

Los soldados rebeldes, que se habían atrincherado en un hotel en Manila, debieron rendirse tras el asalto de las fuerzas de seguridad. Fueron detenidos y el gobierno instauró un toque de queda en la capital y alrededores.

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| AFP

Manila- El gobierno filipino decidió instaurar un toque de queda luego de que unos 30 soldados se amotinaron en un hotel de la capital para exigir la renuncia de la presidenta Gloria Arroyo, informó una fuente oficial.

El toque de queda estará en vigor en la capital y sus alrededores entre la medianoche y las 5 am locales, informó a los periodistas el Secretario de Interior, Ronaldo Puno.

"Dependiendo de la situación en términos de seguridad puede que no sea necesario imponerlo un segundo día, pero tendremos que esperar para verlo", afirmó el funcionario.

Tras 6 horas de tensión, las fuerzas de seguridad filipinas lograron que la rendición de los soldados rebeldes, que fueron detenidos.

Con ojos llorosos, el teniente de la Marina y senador Antonio Trillanes declaró que los rebeldes terminarán con su resistencia para salvar las vidas de los civiles que aún permanecían en el hotel.

"No podríamos vivir si algunos de ustedes resultase heridos o muriese en los tiroteos", afirmó Trillanes, que fue elegido senador en mayo.

Interrogado sobre las consecuencias de la rebelión, Trillanes aseguró que "se enfrentará" a ellas.

Armadas con gases lacrimógenos y armas automáticas, las fuerzas de seguridad habían iniciado el asalto después de que venciera el plazo dado por las autoridades para su rendición.

Entre los amotinados, unos 30 en total, había doce militares que acababan de huir del tribunal que debía juzgarles por un fallido golpe de Estado en 2003..

Cuando las fuerzas gubernamentales filipinas entraron en el edificio para sofocar la rebeliónse oyó un fuerte tiroteo, explicó un periodista de la agencia AFP en el lugar.

" No negociaremos. Somos suficientemente fuertes y decididos para resistir", declaró antes del asalto Antonio Trillanes.

El otro líder de la intentona golpista, el general de brigada Denilo Lim, pidió la dimisión de Arroyo e invitó a las fuerzas armadas a sumarse a ellos.

"Pedimos al ejército que retire su apoyo con el objetivo de poner fin a su ocupación de la presidencia ilegal y contraria a la Constitución", declaró Lim.

Los rebeldes habían destrozado la puerta principal y neutralizado a los guardias que vigilaban el hotel, según comprobó un periodista de la agencia AFP, antes de asegurar que no lastimarían a nadie.

Pero desde el Gobierno estaban decididos a frenar el golpe. "Pondremos todos los medios para detener de nuevo a los soldados prófugos y para juzgar a todos los implicados" en la sedición, replicó el ministro de Defensa, Gilbert Teodoro.

Tres batallones del ejército, unos 1.500 hombres, fueron enviados con urgencia a Manila, señaló un portavoz del ejército.

En el mismo barrio que se encuentra el hotel Península, un grupo de 200 soldados tomó en 2003 otro edificio para reclamar la dimisión de Arroyo sin lograr ganarse el apoyo del resto del ejército, poniendo fin a la intentona en 24 horas.

Desde 1986, Filipinas ha conocido siete tentativas de golpe de Estado para deponer a gobiernos elegidos democráticamente. El ejército juega un papel esencial en el país desde el derrocamiento del dictador Ferdinand Marcos.

Fuente: AFP