Un tren de alta velocidad Alvia -de la empresa estatal Renfe- que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol (Galicia) descarriló a tres kilómetros de Santiago de Compostela y hasta el momento los servicios médicos confirmaron de forma oficial la muerte al menos 78 pasajeros y 140 heridos, sobre un total de 225 personas que iban a bordo, según informó el diario La Voz de Galicia.
El accidente ferroviario en el norte de España se produjo a las 15.42 horas de la Argentina. Por el decarrilamiento volcaron trece vagones y tres de ellos llegaron a incendiarse. Según el relato de pasajeros, el tren circulaba por la curva "a mucha velocidad" y de pronto "uno de los vagones saltó por los aires".
Las primeras hipótesis de los investigadores apuntan a un exceso de velocidad por parte del conductor Por el descarrilamiento, seis vagones quedaron del lado de un puente y otros cuatro del otro lado, además de la locomotora. A pesar de las cortinas de humo y los incendios registrados en varios de los vagones, los pasajeros del tren aseguraron que no se registró ninguna explosión.
Por su parte, el jefe de Gobierno de España Mariano Rajoy anticipó en un escueto mensaje a la prensa y sin aceptar preguntas, que "se están investigando las causas del accidente".
Hasta el lugar del grave accidente se desplazaron efectivos de la Policía Nacional, la Policía de Galicia, la Guardia Urbana de Santiago de Compostela, bomberos y más de una decena de ambulancias medicalizadas.
Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado se organizaron para atender a las víctimas. Los vecinos de la zona también colaboraron ofreciendo mantas y sus casas para ayudar a los pasajeros heridos, precisó La Voz de Galicia.
Qué dijo el maquinista antes y después del accidente. "¡Voy a 190 y voy a descarrilar!" dijo uno de los maquinistas antes de que se perpetrara el accidente ferroviario más importante de las últimas décadas. Todo en la investigación apunta a que fue precisamente el exceso de velocidad la causante de este desastre. Un error humano. "Somos humanos, somos humanos, espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia", se lamentaba en una conversación telefónica tras la tragedia que en estos momentos acumula un balance fatídico de 78 muertos y 140 heridos.
En esta llamada a la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE) minutos después de la tragedia y todavía entre los escombres el operario admitía su culpa: "Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer".
No queda claro a cuál de los dos maquinistas corresponden cada una de estas comunicaciones. Lo que sí es conocido es que ambos conductores salieron ilesos del siniestro y estuvieron participando en las tareas de rescate. Las palabras del operario descartan un posible atentado, como así lo dijo el Ministerio del Interior.