AP/ AFP/ ANSA
La revista italiana Panorama encendió una mecha con múltiples lecturas posibles: “De las 46 millones de llamadas investigadas por los Estados Unidos en nuestro país (se refiere obviamente a Italia), entre el 10 de diciembre 2012 y 8 de enero de 2013, se incluirían, incluso aquellas realizadas hacia y desde el Vaticano. Se teme que la gran oreja EE.UU. ha intentado capturar las conversaciones de los prelados a las puertas del cónclave, 12 de marzo de 2013. Incluyendo las llamadas entrantes y salientes de la Domus Internationalis Pablo VI en Roma, donde residía el cardenal Jorge Mario Bergoglio, junto con otros clérigos”.
Al hecho de las escuchas a los celulares de las jefas de estado, Dilma Rousseff y Angela Merkel, se suma la posibilidad de que el mismo Papa Francisco entre en la órbita de las investigaciones realizadas obviamente de manera ilegal. O sea, que el proceso que comenzó el 10 de diciembre de 2012 hasta el 8 de enero de 2013, “se sospecha” continuó tras conocerse el anuncio de la renuncia al pontificado del papa Benedicto XVI, el 28 de febrero. Según el medio italiano, el mismo Bergoglio viene siendo escuchado desde aún antes, “había sido puesto bajo la lente de la inteligencia de EE.UU. como lo revelan los informes de Wikileaks”, según anuncia el medio en la edición fechada el 31 de octubre.
Según lo que afirma la revista, las llamadas entrantes y salientes del Vaticano y de los servicios públicos a los obispos y cardenales italianos, capturadas y registradoaspor la NSA se clasificaron de acuerdo a cuatro categorías: “intenciones de liderazgo”, “Amenazas al sistema financiero”, “Relacionadas a la política internacional” y, “Derechos Humanos”. Existe la sospecha de que por lo tanto están sujetos a la investigación el proceso de elección del nuevo presidente del IOR (el Instituto de las Obras de la Religión), el alemán Ernst von Freyberg.
Por su parte, la NSA fue taxativa en negar la información: “La Agencia Nacional de Seguridad no tiene como blanco al Vaticano. Por lo tanto, las afirmaciones de que la NSA lo ha tenido como objetivo publicadas por la revista Panorama de Italia, no son ciertas”, apuntó en un comunicado la portavoz del organismo, Vanee Vines.
Sin embargo, el secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, eligió un camino diferente, que parece admitir que algún nivel de escucha sí existió. Según informa AFP “Estados Unidos fue “demasiado lejos” en algunos casos en materia de espionaje, indicó el secretario de Estado John Kerry, una primera admisión de Washington, cuando la polémica por la interceptación masiva de datos se trasladó el viernes de Europa a Asia.
Tras diez días de escándalos, revelaciones y desmentidos por parte de Estados Unidos y sus aliados europeos, esta admisión fue la primera de un funcionario norteamericano sobre las controvertidas prácticas de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y va en clara contradicción con lo enunciado por los propios voceros de la agencia. “En algunos casos, reconozco, junto al presidente (Barack Obama), que algunas de estas acciones fueron demasiado lejos, y nos aseguraremos de que esto no ocurra en el futuro”, dijo Kerry en una conferencia en Londres el jueves en la que participó vía videolink.
Mientras que la controversia entre estadounidenses y europeos no paró de crecer esta semana con nuevas revelaciones hechas por la prensa, la polémica alcanzó el viernes a Asia, el Vaticano evitó expresarse en el mismo sentido que la revista Panorama.
Hay que consignar que el medio de prensa italiano no puede ser sospechado de antiamericanismo en su intencionalidad: el semanario perteneces a la familia del ex primer ministro Berlusconi.