A horas que el gobierno argentino insistiera en reclamar que el Reino Unido se siente a negociar por las islas Malvinas, el primer ministro británico, David Cameron, afirmó hoy ante el Parlamento de su país que la soberanía sobre el archipiélago "no es negociable" y ratificó el derecho a la autodeterminación de los kelpers.
Un día después de cumplirse 29 años del fin de la guerra de 1982, Cameron, representante del Partido Conservador, compareció ante el Parlamento británico y, entre otros temas, abordó la cuestión Malvinas.
Fue luego de que el legislador oficialista Andrew Rosindell le pidiera que en un próximo encuentro con el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, le remarque que Londres nunca aceptará negociar la soberanía de las islas con Argentina.
El reclamo de Rosindell se debió a que la semana pasada, la Organización de los Estados Americanos (OEA), entidad que también integra Washington, instó a la Argentina y Gran Bretaña a sentarse a negociar "cuanto antes" para encontrar una solución al conflicto por el archipiélago.
En ese contexto, Cameron afirmó: "Mientras las Islas Malvinas quieran ser territorio soberano británico deben seguir siendo territorio soberano británico. Punto. Final de la historia".
Esta semana, en dos diferentes actos, la presidenta Cristina Fernández reiteró el reclamo nacional para que Londres negocie con Buenos Aires la soberanía isleña.
Lo hizo ayer, al inaugurar el helipuerto presidencial "Roberto Mario Fiorito", en homenaje al único piloto de helicóptero muerto en la guerra por las Malvinas al ir en auxilio de un pesquero, acto en el que también entregó su DNI al malvinense James Peck, hijo de un ex combatiente británico que eligió ser ciudadano argentino.
"Resulta casi ridículo pretender dominio geográfico a más de 14.000 kilómetros de distancia", advirtió la jefa del Estado y reclamó entonces "por nuestros derechos, pero por sobre todas las cosas por el diálogo, por el respeto al derecho internacional, por volver a sentarnos en la mesa de negociaciones con el Reino Unido y poder dirimir civilizadamente esta controversia que ya lleva más de un siglo".
El lunes pasado, la presidenta había insistido con este planteo frente al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en ocasión de su visita a la Argentina en el marco de una gira por la región.
"Hemos reiterado nuestro deseo de que Inglaterra acepte la resolución de la ONU para sentarse a la mesa de negociaciones con Argentina", dijo la mandataria porque "es hora de que los países que tienen un lugar importante porque integran el Consejo de Seguridad o son parte del Grupo de los Ocho, también convenzan al resto del mundo que están sujetas a normas internacionales", advirtió.
Además del diferendo desde la guerra en 1982, la decisión británica de autorizar la exploración de hidrocarburos al norte de las Islas tensó en el año último la relación bilateral.
En abril pasado se promulgó la ley 26.659 que sanciona a las empresas que exploren la plataforma continental argentina, norma que también se vincula a los trabajos de compañías que buscan hidrocarburos en zonas que el país considera propias y el Reino Unido reivindica como suyas.
Hace 20 días, el gobernador de las islas, Nigel Heywood, denunció que enfrentan como "desafío intentos del gobierno de Argentina de obstaculizar sectores de la economía" kelper, pero advirtió que "no van a prosperar".
Fuente: DyN.