INTERNACIONAL

Hollande, el "antihéroe" que capitalizó el descontento con Sarkozy

El candidato socialista, de 57 años, criticó la "exhibición permanente" del todavía presidente. La vida del socialdemócrata.

El presidente de Francia, François Hollande,
| Cedoc

El socialista François Hollande, el ganador de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, era visto como un político blando e inexperimentado, pero se mostró constante y supo ganar credibilidad, capitalizando el rechazo al presidente saliente, Nicolas Sarkozy.

El candidato socialista sigue sin hacer soñar a los franceses –”la adhesión vino progresivamente”, reconoce él mismo–, pero encarna una alternativa a Sarkozy y la esperanza para la izquierda de volver al poder, por primera vez en 20 años.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

“El próximo jefe de Estado debe ser lo contrario de Nicolas Sarkozy”, recalca François Hollande, de 57 años de edad. Más allá de las divergencias políticas, todo opone el candidato socialista al presidente saliente, del que él recusa “la exhibición permanente” y denuncia que “no ha cesado de indisponer la mitad de Francia contra la otra mitad”.

"Un hombre de palabra". Hollande asume el calificativo de “antihéroe” que le dio el diario español El País, y promete “una presidencia modesta para el que la ejerce, pero ambiciosa para el país”. Hace dos años que Hollande recorre el país, dos años que trabaja su imagen. El hombre afable quiere mostrarse sólido y “tenaz”, su principal cualidad, según su amigo el ex ministro Michel Sapin.

Para François Hollande, la presidencia tiene una dimensión simbólica. Símbolo de voluntad y de moral. En el plano moral, afirmó que que “quiere que la acción del Estado vuelva a ser ejemplar”, criticando la “tendencia personalista” y la “exhibición permanente” del presidente saliente.

En vísperas de los comicios se mostró prudente –“nada está decidido”–, pero repitió con convicción: “estoy preparado para presidir Francia”. “Se ha transformado y ha forjado su destino”, afirma de él el ex primer ministro Lionel Jospin, a quien Hollande sucedió como líder del Partido Socialista en 1997 (por 11 años) y que lo asoció estrechamente a todas las decisiones cuando gobernaba.

Una manera de decir que la falta de experiencia gubernamental del candidato socialista no es un problema. Obama “tampoco había gobernado nunca” antes de ser presidente, recordó, mientras hizo hincapié en sus mandatos electos: alcalde, diputado, y presidente del departamento de Corrèze.

Hollande, de quien se apreciaba el humor, era considerado entre los socialistas como un “indeciso”, “incapaz de zanjar”, hasta el punto que algunos de sus compañeros lo apodaban “flanby” (flan con caramelo). En cambio, sus viejos amigos ven en su voluntad de consenso una “capacidad de reunir”, una síntesis de prudencia y audacia.

¿Qué oculta esa apariencia lisa? Su compañera, la periodista Valérie Trierweiler, afirma que “lo que se ve de él es verdad. No hay un Hollande escondido”. “Inasible”, resume su hijo Thomas, que considera que tal es la marca de un “hombre libre”, “verdadero optimista” y “estratega” que quiere comprender a los otros pero también verlos venir.

De 57 años de edad, nació en el seno de una familia burguesa de provincia en Ruán (noroeste). Estudió en la ENA, prestigiosa escuela de administración y vivero de la élite política francesa. Allí conoció a la que fue su compañera durante 25 años y madre de sus cuatro hijos, Ségolène Royal.

En 2007 fue ella la candidata de los socialistas a la presidencia. Y hasta el año pasado, todo el mundo pensaba que en 2012 sería el turno del ex presidente del FMI Dominique Strauss-Kahn. La detención de éste en Nueva York en mayo pasado acusado de agresión sexual lo borró definitivamente del mapa político francés, dejando así vía libre a Hollande.

Socialdemócrata asumido, europeo convencido, Hollande promete reforma fiscal y justicia social y ahora se le considera creíble. ¿Qué pasó en el año transcurrido desde el anuncio de su candidatura?,”Ustedes tienen a la misma persona delante. Hace un año era un candidato. Hoy, la diferencia es que yo puedo ser presidente”, dijo, según informó la agencia AFP.