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Nuevas y sangrientas imágenes se conocieron hoy del motín ocurrido dentro del complejo penitenciario Anísio Jobim en Brasil, que duró más de 17 horas y dejó como saldo 60 reclusos muertos.
Las fotos comenzaron a circular por redes sociales y son de un nivel extremo de crueldad entre los reclusos. En las mismas, se observa que hubo decapitaciones, las cuales se produjeron "para mandar un recado a sus enemigos", según confirmó el secretario de Administración Penitenciaria del estado de Amazonas, Pedro Florencio.
A su vez, el funcionario carcelario fue el encargado de explicar a la prensa que el levantamiento que había sido motivado por enfrentamientos entre facciones criminales de narcotraficantes que se disputan dinero y territorio, ya había sido controlado y que en esa situación, "se consiguió preservar la vida de funcionarios y rehenes internos".
En cuanto al número de prófugos que lograron huir durante el combate, todavía no se ha confirmado oficialmente una cifra exacta, pero la Orden de Abogados de Brasil sostiene que podrían ser más de 130.
