Después de que el Gobierno estadounidense anunciara esta semana que había desbaratado un presunto complot iraní para atentar contra su país y la Argentina, autoridades político-religiosas de Irán repudiaron al país norteamericano y desmintieron las acusaciones.
El guía supremo de Irán, ayatolá Ali Jamenei, las calificó de “acusaciones infundadas y sin sentido”, construidas para hacer creer que la República Islámica defiende el terrorismo. “Estados Unidos intenta aislar a Irán pero es ese país el que está aislado de su propio pueblo”, sostuvo el religioso, en referencia al movimiento de los “okupas” de Wall Street. A su juicio, ningún gobierno en el mundo es “tan odiado como el estadounidense”. “En estos últimos días Estados Unidos se inventó toda una historia acusando a Teherán de apoyar el terrorismo”, indicó el líder supremo de la República Islámica.
"La presentación del tema fue tan absurda que ya no sé qué decir, pero como ellos lo plantearon tendré que responderlo", argumentó, por su parte, el embajador iraní en Argentina, Ali Pakdaman, en una entrevista con el diario PERFIL. "Todo el mundo se da cuenta de que las pruebas que muestran no se sustentan, porque en realidad no hay pruebas", agregó.
El diplomático afirmó que la mención de Argentina en el presunto complot es una respuesta de Estados Unidos al reciente acuerdo entre nuestro país e Irán para "colaborar para encontrar la verdad" por los atentados de la Embajada de Israel y la AMIA. "¿Por qué Estados Unidos tiene miedo de que Irán y la Argentina colaboren para encontrar la verdad? ¿Por qué esta verdad les da miedo?", preguntó.
Por su parte, el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, desmintió todo vínculo con los supuestos atentados. "La culta nación iraní no necesita embarcarse en planes de asesinato. Los asesinatos son cosa de ustedes", dijo a Estados Unidos, en declaraciones difundidas por la agencia oficial IRNA. Según el mandatario, la acusación pretende "crear una nueva crisis cada día con Irán, acusando al país de terrorismo".
Las autoridades estadounidenses anunciaron el martes la detención de un ciudadano de origen iraní y revelaron una presunta trama para asesinar al embajador saudita en un restaurante de Washington. El supuesto complot salió a la luz por la torpeza de sus responsables, que contactaron con un narcotraficante mexicano que en realidad era un agente de la DEA.
Además de las críticas del ayatolá, el ex presidente iraní, el conservador moderado Akbar Hashemi Rafsanjani, también condenó las acusaciones de Estados Unidos contra Teherán y recomendó una “diplomacia activa” ante la propaganda contra Irán.
En tanto, Arabia Saudita pidió al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que informe al Consejo de Seguridad sobre el “odioso complot” de Irán contra el embajador de Riad en Washington. “Es importante advertir que constituye una violación flagrante de las leyes y convenciones internacionales”, añadió el gobierno de Arabia Saudita en un documento enviado a las Naciones Unidas.