El gobierno iraní accedió a suspender su plan de enriquecimiento de uranio durante los próximos dos meses, en la medida en que se cumplan algunas condiciones. Entre ellas, que el Consejo de Seguridad de la ONU no imponga sanciones a Teherán.
Hasta la reunión que se llevó a cabo este fin de semana entre Ali Larijani, el jefe de los negociadores israelíes, y Javier Solana, el jefe diplomático de la Unión Europea, la ONU, y sobre todo Estados Unidos e Israel, habían mostrado preocupación por el plan iraní y habían denunciado que el uranio podría ser utilizado con fines nucleares.
La "larga lista" de condiciones que detalló Irán incluye el cese "total y completo de la actividad del Consejo de Seguridad de la ONU, renunciar a la búsqueda de sanciones" y aceptar que Irán desarrolle tecnología para obtener combustible nuclear en su territorio, según un informe de Solana.