Un día después del ataque en Oriente Medio, Israel advirtió que impedirá el ingreso de cualquier barco humanitario en aguas de Gaza pese al repudio de la comunidad internacional por la irrupción de sus comandos, que terminaron con la vida de 9 personas.
"No permitiremos a los barcos llegar a Gaza y abastecer lo que se ha convertido en una base terrorista que amenaza el corazón de Israel", anunció hoy el viceministro de Defensa, Matan Vilnai. Algunos países vecinos como Turquía, por ejemplo, tildaron el hecho como un "ataque sangriento" que debe ser castigado mientras que Egipto ordenó abrir la terminal de Rafah, el único paso de la franja de Gaza no controlado por Israel, para que se pueda enviar ayuda humanitaria y traslado de enfermos.
Tras el llamado de la mayor organización de la comunidad árabe - israelí a una jornada de huelga y manifestaciones, la policía subió el nivel de alerta para evitar posibles disturbios mientras a nivel internacional crece el disgusto de otras naciones por el accionar de las fuerzas.
Hacía el interior del país hebrero, el diario Maariv abrió su edición con críticas: "En estos tiempos difíciles, no tenemos al primer ministro, ni al ministro de Relaciones Exteriores, ni al gobierno, compuesto en su mayoría por lamentables e inútiles ministros, que Israel necesita". El primer ministro, Benjamin Netanyahu, tuvo que acortar una visita a Canadá y suspender un encuentro con el presidente estaodunidense Barack Obama.
Fuente: AFP