Estrella Legaz Bursuk había viajado a España para cumplir un sueño: vivir los festejos religiosos del 25 de julio por el día de Santiago Apóstol, el patrono del país ibérico. Luego de hacer una escala en Puebla de Sanabria, el miércoles tomó un tren de alta velocidad hacia Santiago de Compostela, donde al día siguiente tendrían lugar las celebraciones y peregrinaciones. Todo iba perfecto hasta que, en una curva, el sueño de Estrella se convirtió de pronto en la peor pesadilla.
“Estrella está lúcida pero convaleciente, sigue en terapia intensiva y aún tiene que enfrentar una operación –contó a PERFIL su hermana, Marina Bursuk–. El día del accidente la intervinieron de urgencia por un neumotórax traumático, y mañana le operarán los dos húmeros”.
La mujer argentina de 63 años había salido de Buenos Aires a principios de la semana pasada, con la idea de quedarse en España hasta fines de agosto. “Fue para darse el gusto de estar en los festejos por Santiago Apóstol”, explicó Marina. “Había hecho escala en Sanabria y se tomó el tren de alta velocidad porque no le daban los tiempos para llegar a Santiago junto a los peregrinos”.
Mientras su hermana y su madre siguen atentas a su evolución desde la Argentina, Estrella tiene la compañía en el hospital de hermanos, tíos, sobrinos y primos que viven en España. Parte de su programa de viaje era visitar a la familia.
Luego del accidente, Estrella fue trasladada de gravedad al Hospital de Salnes. Allí la operaron de urgencia y más tarde la transfirieron al Hospital de Montecelo de Pontevedra, donde sigue internada.
“Aunque le quieran achacar la responsabilidad al maquinista, para mí las tragedias como la de Once o la de Galicia ocurren por la corrupción de las empresas que administran los ferrocarriles y por falta de previsión”, opinó Marina.
Antes de partir a España, Estrella había publicado en su muro de Facebook: “Por un tiempo, ausente. Voy en busca de un sueño”. Ahora, reza por que la pesadilla termine cuanto antes.
Imputaron al maquinista
El maquinista del tren que descarriló el miércoles cerca de Santiago de Compostela recibió ayer el alta médica y fue trasladado a una comisaría, donde quedó detenido y se le comunicó que lo imputaron por “homicidio por imprudencia”. José Francisco Garzón Amo, de 52 años, volvió a negarse a declarar ante la policía y hoy será puesto a disposición del juez que lleva la causa.
Garzón es señalado como responsable de la tragedia por haber tomado una curva a una velocidad de casi 200 kilómetros por hora. “El maquinista está detenido porque hay indicios racionales de su responsabilidad”, aseguró ayer el ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz. El gobierno negó responsabilidad propia al afirmar que no hubo recortes presupuestarios que afectaran la seguridad ferroviaria.