INTERNACIONAL
ENTREVISTA A FERNANDO HENRIQUE CARDOSO

"La candidatura de Lavagna me parece una muy buena idea"

Invitado por el Foro Bicentenario, el ex presidente del Brasil se entusiasma con la candidatura del Lavagna. Prefiere que en la relación de los países de la región los mandatarios no expresen sus preferencias, en alusión al apoyo de Kirchner a Lula. Y habla de la corrupción en el seno del PT.

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SOBRE LULA. "Cmo puede gobernare el pas si no sabe nada de lo que pasa a su alrededor?" | Cedoc
El ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso se presta mansamente a las últimas fotos en el Hotel Alvear, en plena Recoleta.
—¿Ya habló por teléfono con Roberto Lavagna?
—No, todavía no. Nos estamos buscando mutuamente.

—¿Sabe que Lavagna puede ser candidato a presidente por la oposición?
La candidatura de Lavagna me parece una muy buena idea.

—¿Por qué?
—Él hizo un milagro acá. Esa renegociación de la deuda, por ejemplo.

—¿Y sabe que nuestro presidente, Kirchner, tal vez vaya a la reelección?
—¿Ah sí?

¿Se han llamado con el presidente Kirchner?
—Llegué apenas ayer. Es sólo una visita privada. Sería una llamada de cortesía.

Más allá del elogio a Lavagna, el ex presidente brasileño restó importancia al explícito respaldo de Kirchner a Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores, en su puja electoral contra el candidato de Cardoso, Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña.

“Yo, personalmente, tengo otro estilo. Creo que es mejor para la relación entre los países que, aun cuando se tenga una preferencia, y es normal que se la tenga, no se exprese. Pero no es una cosa grave, es una opinión. Lula también emitió una opinión sobre otros líderes; hoy parece ser una cosa más normal que los presidentes opinen sobre la política de otros países”, sostuvo.

—¿Esa toma de posición podría perjudicar la relación con Argentina si gana Alckmin?
—No la perjudicaría. Pienso que la relación entre los pueblos no está basada en simpatías; está basada en convergencias reales de intereses.

Cardoso estuvo esta semana en Buenos Aires, invitado por el Foro del Bicentenario, una organización integrada por, entre otros, Avelino Porto, Rosendo Fraga, Santiago Kovadloff y Horacio Sanguinetti, que busca motivar debates “amplios y profundos” con motivo del cumpleaños número 200 de Argentina.

Cardoso sostuvo que si Lula gana el balotaje del domingo, su segundo mandato será más débil por los escándalos de corrupción. “Yo creo que eso es inevitable... Inevitable es muy fuerte; es probable. Es probable que sea, sí, más débil, lo cual no es bueno ni para Lula ni para Brasil”, indicó.

—¿Qué cree que pasó con Lula y con el PT, que llegaron con la bandera de la ética?
—Lo que pasó es que hubo una especie de indulgencia creciente del grupo dirigente del PT con prácticas no ortodoxas, pongámoslo así, que llevaron a la corrupción; que fue muy amplia. Y no lo digo yo, lo dice el fiscal de la República, que acusó a 40 personas, entre ellas 3 ministros, los principales. La ética fue tomada como una bandera política y ahora eso está en llamas.

—¿Lula podía no saber de todas esas prácticas de corrupción?
—Yo no puedo decir que él sabía porque, si digo que sabía, tengo que pedir el impeachment. Pero, si no sabe, por Dios, ¿cómo puede gobernar el país si no sabe nada de lo que pasa a su alrededor?

—Es paradojal que un gobierno de izquierda tenga la ética como punto débil.
—Sí, esto por lo menos va a evitar en el futuro la utilización de la ética como bandera política. Vamos a hablar claramente: nunca hubo en la historia de Brasil lo que pasó ahora. Lo que pasó no fueron errores personales y probablemente ni siquiera la motivación principal fue el enriquecimiento de personas; es peor, es la utilización de recursos monetarios privados y públicos en aras del mantenimiento en el poder. Y hecho con la bendición de sectores importantes del liderazgo de un partido que está en el gobierno y con gente que estaba en el ejercicio de la administración.

—¿Se puede decir que es el gobierno más corrupto de la historia de Brasil?
—Yo no me acuerdo de casos así en Brasil, nunca. El aspecto que es nuevo es la organización de la corrupción bajo una protección política y, más que eso, bajo una justificación.

“Hubo una especie de parálisis de Brasil en la región”
—¿Hay una pérdida de liderazgo político de Brasil?
—Yo no puedo decir que no porque sí da la impresión de que hubo una especie de parálisis de Brasil frente a la energía con la cual (Hugo) Chávez entró al proceso y todo el cambio en Bolivia. Creo que lo que pasa en Bolivia hay que tomarlo en consideración, hubo una elección de un líder indígena y esto es positivo, pero faltó un poco más de una presencia solidaria y activa de Brasil para encaminar mejor las cosas.

—¿No le dio Brasil un exceso de importancia a su lucha por un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU?
—Yo soy crítico de esa hiperconcentración de esfuerzos porque era obvio que no había espacio para esa reforma en el Consejo. Creo que el día que haya una reforma, sí: Brasil ha sacado credencial en esa posición. Comprendo la posición pero no la oportunidad.