INTERNACIONAL
ESTRATEGIAS COMPARTIDAS

La curiosa menemización de Evo para alcanzar la re-re en Bolivia

La Constitución boliviana sólo acepta una reelección. Morales no cuenta el primer mandato.

Al poder. Evo vistió ropas típicas cuando asumió en 2009.
| Cedoc

Subido a los hombros de Hugo Chávez, Rafael Correa y –paradójicamente– también de Carlos Menem, Evo Morales buscará el año que viene su tercer mandato al frente de Bolivia. La Justicia de ese país le allanó esta semana el camino para que pueda optar por la re-reelección, aunque la Constitución estipula que sólo se permiten dos mandatos consecutivos.

La treta legal para ocupar el Palacio del Quemado entre 2015 y 2020 es la misma que el menemismo esgrimió en 1999 cuando el ex mandatario coqueteó en la Argentina con la re-re, ya que en 2009 hubo una reforma a la Carta Magna que consagró el nacimiento del Estado Plurinacional de Bolivia y, según el oficialismo boliviano, el mandato vigente es el primero bajo el nuevo ordenamiento.

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Según Ruddy Flores, presidente del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), Morales y el vicepresidente Alvaro García Linera “fueron elegidos en vigencia del nuevo régimen constitucional y se encuentran habilitados para la reelección”. De forma unánime, los magistrados entendieron que se fundó un nuevo Estado y, por lo tanto, comenzó una nueva era jurídica y política en Bolivia.

Lo cierto es que la Constitución impulsada por el propio Morales sostiene en su artículo 168 que “el período de mandato de la presidenta o del presidente y de la vicepresidenta o del vicepresidente es de cinco años, y pueden ser reelectas o reelectos por una sola vez de manera continua”.

En Buenos Aires, Rodolfo Barra, ex integrante de la Corte Suprema en los 90, ministro de Justicia menemista e ideólogo de la re-reelección, no se sorprendió de la estrategia de Morales y consideró que el argumento jurídico que utilizó es “neutro”. “Puede ser esgrimido desde la izquierda, la derecha o el centro. No me sorprende que en Bolivia apliquen ese razonamiento. Sin embargo, no creo que haya una menemización de Morales. Ambos líderes son completamente distintos en su orientación política”, explicó en diálogo con PERFIL.

De ganar las elecciones, Morales, que asumió en 2006, gobernaría por 14 años Bolivia, igualando el récord de permanencia en el poder de Chávez en Venezuela. Ante esa perspectiva, toda la oposición boliviana salió a criticar duramente el fallo que habilitó al presidente a candidatearse en 2014. Samuel Doria Medina, líder de la Unidad Nacional (UN), denunció que el Tribunal Constitucional se puso “al margen de las leyes permitiendo una re-reelección”.

En tanto, Juan del Granado, ex aliado de Evo y líder del Movimiento Sin Miedo (MSM), opinó que el dictamen provocará “la debacle del Tribunal Constitucional”.

Con su nueva postulación, Morales se refutará a sí mismo, ya que en 2009 había adelantado que no buscaría una nueva reelección cuando negociaba la aprobación de la nueva Constitución. Ahora, con una enorme cuota de poder en sus manos, el primer indígena que llegó al Palacio del Quemado quiere dejar su nombre marcado a fuego en la historia de Bolivia. Y, para eso, aspira a lograr lo que Menem no pudo en 1999: ir por la re-reelección.

 

Caída en las encuestas

El ascenso al poder de Evo Morales estuvo marcado por una fuerte adhesión popular. En las elecciones presidenciales de 2005, el aymara obtuvo casi el 54% de los votos, transformándose en el tercer jefe de Estado de la historia en obtener una mayoría absoluta de los sufragios. Reelecto en 2009 con el 63% de los votos, Morales cumplirá el año que viene su segundo mandato.

Ahora, aspirará a un tercer período. Sin embargo, su popularidad cayó levemente, tras varios conflictos con grupos indígenas y movimientos sociales. Según un sondeo publicado por el diario El Deber, el 41% de los electores votaría por el dirigente cocalero, mientras que el 53% lo haría por otros candidatos.