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xiomara castro

La esposa del derrocado Zelaya quiere llevar el ‘doble comando’ a Honduras

Aunque su esposo tendrá influencia, ella jura que será la que gobernará si triunfa hoy en las elecciones. Debe derrotar al conservador Juan Hernández. Hay empate técnico.

Desafio. La mujer se casó a los 16 años con Mel, que sufrió un golpe de Estado en 2009. Promete un “socialismo democrático”.
| AFP

“Nadie puede desconocer que tengo 37 años de compartir mi vida con él.” La frase bien podría pertenecer a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Pero no. En este caso, la autora de esas palabras es Xiomara Castro, candidata a la presidencia en Honduras, y esposa de Manuel Zelaya, mandatario derrocado por un golpe de Estado en 2009. La mujer, de 54 años, marcha segunda en las encuestas, en un empate técnico con el postulante de derecha Juan Orlando Hernández, que tiene el 28% de las intenciones de voto, frente al 27% de la apuesta de Mel para regresar hoy al poder.
Xiomara es la candidata del partido Libertad y Refundación (Libre), que también lleva a su esposo como primer candidato a diputado. Aunque Mel es su jefe de campaña y la acompaña en todos los actos, la mujer deja claro quién liderará el Ejecutivo en caso de ganar las elecciones. “Con la capacidad del presidente Zelaya voy a tener siempre a un asesor de nivel, pero definitivamente las decisiones las tomo yo. Sólo hay una silla y la voy a ocupar yo”, aseveró durante la campaña.
Bajo el lema de un “socialismo democrático”, Castro propone una Asamblea Constituyente “para refundar el país” y promete que no habrá revanchismos contra los sectores que perpetraron el golpe militar. “Necesitamos una Honduras diferente, donde podamos lograr la reconciliación”, pidió la candidata. Sin embargo, apuntó a quitarles poderes y atribuciones a los militares y despolitizar la Justicia, que permitió el derrocamiento.
Con la lucha contra la inseguridad como uno de los temas que copó el debate, Castro rechazó la propuesta de Hernández, presidente del Congreso y dirigente del oficialista Partido Nacional, de utilizar las Fuerzas Armadas para combatir al crimen. Por el contrario, la candidata pretende lanzar una “policía comunitaria” que combata al narcotráfico y las maras, que convirtieron a San Pedro Sula en la ciudad más violenta del mundo según las Naciones Unidas, con 173 asesinatos cada 100 mil habitantes.
Castro se casó a los 16 años con Mel, con quien tuvo cuatro hijos y cuatro nietos. Aunque en un principio se dedicó a su familia, tras el golpe de 2009 fue la principal promotora para que Zelaya volviera al poder. Y mientras él estaba exiliado, supo mantener viva su coalición política. “Con Mel tengo un proyecto de vida”, considera quien quiere convertirse en la primera mujer en llegar a la presidencia en Honduras.
Otra de sus propuestas es combatir la pobreza y la desigualdad, otros de los flagelos del país. Según el Instituto Nacional de Estadística de Honduras, el 71% de los 8,5 millones de habitantes es pobre. De ellos, dos millones viven con menos de un dólar por día.
Con expectativas pero temor a enfrentamientos ante un margen estrecho entre los principales candidatos, 5,3 millones de hondureños concurrirán a las urnas para elegir a su próximo presidente. Xiomara, con un sombrero blanco cowboy que imita el look de su marido, apuesta a dejar atrás los fantasmas del pasado