Londres (AFP) - Marina Litvinenko, la viuda del ex agente secreto ruso Alexander Litvinenko, considera posible que las autoridades de Moscú estén detrás de su muerte, en sus primeras intervenciones públicas desde el deceso de su marido el 23 de noviembre.
"Obviamente, no ha sido (el presidente ruso Vladimir) Putin mismo, seguro que no", declaró Marina Litvinenko, de 44 años, en una entrevista con el diario Mail on Sunday.
"Pero lo que Putin ha hecho a su alrededor en Rusia hace que sea posible matar a un británico en territorio británico. Creo que pudieron ser las autoridades rusas", añadió.
Alexander Litvinenko había obtenido la nacionalidad británica poco antes de su deceso en Londres el pasado 23 de noviembre, envenenado con Polonio 210.
Scotland Yard, que ha sido encargada de la investigación, considera este deceso como un "asesinato".
El ex agente del FSB (ex KGB) era un opositor declarado a Vladimir Putin. En una carta escrita poco antes de su muerte, él mismo había acusado al presidente ruso de ser responsable de su envenenamiento.
Su padre, Valter Litvinenko, acusó igualmente al presidente ruso. "Fue Putin quien mató a mi hijo", afirmó durante sus funerales el jueves pasado en Londres.
Marina Litvinenko dijo igualmente que contaba con las autoridades británicas para descubrir quién dio muerte a su marido, estimando que la investigación rusa no daría resultados.
En otra entrevista, con el Sunday Times, afirmó que su marido se creía en seguridad en Inglaterra.
"La vida aquí en Inglaterra nos engañó", dijo, explicando que la libertad les había dado una falsa impresión de seguridad.
Todas las miradas están puestas ahora sobre Moscú. Scotland Yard se interesa en especial a los desplazamientos de los dos rusos que Litvinenko vio el día en que comenzó a sentirse mal, el 1 de noviembre.
Ese día se había reunido con un contacto italiano, Mario Scaramella, en un restaurante japonés de Londres, así como con Dimitri Kovtun, un empresario ruso, y Andrei Lugovoi, un ex agente de los servicios especiales rusos, en el hotel Millenium de Londres.
Siete empleados de este hotel resultaron levemente contaminados por el Polonia 210, y el canal de televisión Channel 4 afirmó que según un alto responsable de la policía fue en el Millenium donde tuvo lugar el envenenamiento de Litvinenko, "ya que los niveles de radiación son bastante elevados".
El propio Kovtun sufre de un envenenamiento "radiactivo", según la fiscalía rusa. La policía alemana anunció que había descubierto indicios de "contaminación" radiactiva en el edificio donde vivía en Hamburgo (norte de Alemania), probablemente Polonio 210, según la oficina alemana de protección contra las radiaciones.
De su lado, Andrei Lugovoi sigue siendo sometido a una serie de análisis en una clínica de Moscú y parece haber dejado huellas de Polonio por todos los lugares por donde pasó, sobre todo en la embajada de Gran Bretaña en Rusia, donde estuvo el 23 de noviembre.