Querido Líder, Camarada, Comandante Supremo... cualquier título es poco para ilustrar la faraónica vida que llevó Kim Jong-Il, uno de los dictadores más poderosos y crueles del mundo, fallecido este sábado.
Apasionado por el cine, enamorado de Elizabeth Taylor, "bon vivant" oriental, ocultó tras una "cortina de hierro" una personalidad acomplejada que gobernó un país minado por la hambruna y la falta de democracia.
Heredó el poder el 8 de julio de 1994, cuando su padre, Kim Il-Sung, murió a los 82 años víctima de un ataque fulminante al corazón. En aquella ocasión, la televisión mostró a miles de norcoreanos llorando desgarradoramente al paso del cortejo fúnebre y orando ante la colosal estatua del difunto en Pyongyang.
Se trataba del adiós al todopoderoso líder comunista a quien se le dio un título póstumo único en el mundo: el de "Presidente Eterno". Murió hace 17 años pero sigue siendo el presidente del país: "Es inmortal", explican los guías turísticos. "No creemos que haya muerto".
Gracias a esto, su hijo Kim Jong-Il nunca fue Presidente, sino Secretario General del Partido Comunista y Presidente de la Comisión de Defensa Nacional. Fue, sin embargo, el incuestionable heredero de la primera "dinastía" de dictadores comunistas, que ahora pasa a manos del hijo de Jong Il, llamado Jong Un.
Poco se sabía entonces del flamante dictador, dueño de una imagen entre enigmática y siniestra. Su supuesta relación con actos de terrorismo de Estado y con misteriosas muertes de altos funcionarios del partido Comunista y el Estado, y algunos rumores sobre gustos extravagantes dibujaban más o menos su personalidad.
Según los informes oficiales, Kim nació en una cabaña de madera (en 1941) y el acontecimiento fue celebrado por la Naturaleza con un doble arcoiris y una estrella brillante en el firmamento. Las aduladoras biografías oficiales agregan, además, que escribió seis operas en dos años, que diseñó uno de los puntos de referencia más conocidos de Pyongyang.
En su libro de memorias, "La Casa de Wisteria", Kim Jong-il se autoretrata como un padre dedicado y sensible, y un individuo admirado que ha creado un culto cuasi religioso en torno a su familia, al que sus allegados respetan con temor.
Los servicios del Estado norcoreano, se esforzaron siempre en mantener todos los ámbitos de su vida privada en la más absoluta confidencialidad, aunque muchos datos fueron filtrándose a lo largo de los años.
Se supo, así, que el "Querido Líder" tuvo una vida conyugal en demasía turbulenta, con tres aparentes esposas, o concubinas, aunque circulan rumores, nunca confirmados, sobre la existencia de numerosas parejas informales y amantes. Al ascender al poder, en 1994, Kim Jong-Il mantenía como "esposa oficial" a Kim Young Suk, quien veinte años antes le había dado una hija.
Su primera esposa fue Song Hye Rim, una actriz que actuaba en las películas propagandísticas y que ya estaba casada cuando captó el interés de Kim, quien se encargó de deshacer ese matrimonio. Tras hacerla su esposa, Kim Jong Il tuvo con ella, en 1971, a su primer hijo.
Con el paso de los años, Song Hye Rim se instaló en Moscú por motivos oficialmente desconocidos, pero aparentemente su huida fue producto de una depresión nerviosa. Se dice que murió en la capital rusa en mayo de 2002.
A finales de los años 70 el líder norcoreano sumó una nueva esposa a su "harén", llamada Ko Young Hee y también proveniente del mundo del espectáculo, a cuyo esposo -un director de cine- Kim ordenó raptar y luego expulsar del país. Se asegura que esta bailarina siempre fue su consorte favorita y la única mujer de la cual estuvo realmente enamorado.
Significativamente, en febrero de 2003 los medios propagandísticos del país concedieron a Ko Young Hee el rimbombante título de “Madre Respetada y la persona más fiel y leal al Querido Líder Camarada Comandante Supremo”. Murió a los 51 años, víctima del cáncer de mamas, en 2004, y fue al parecer esta pérdida lo que habría sumido a Kim en una depresión que lo acompañó hasta sus últimos días.
A los largo de sus 17 años de férreo gobierno, Kim logró hacerse conocido internacionalmente no sólo por mantener con "mano de hierro" el poder comunista en Corea del Norte. También se ganó, y bien merecidamente, la fama de dictador vanidoso y excéntrico.
Se cuenta que fue un obsesionado por el cine de Hollywood en sus diversos géneros –pero preferentemente los de acción, sin faltar las películas de gángsters, bélicas, agentes secretos y de terror- y se le atribuía una videoteca privada de más de 20.000 títulos. Al parecer, llegó a producir varios filmes, mayormente epopeyas históricas con tono ideológico.
Retratado como un libertino, no se privaba de ningún capricho excéntrico, y disfrutaba de la buena gastronomía, los vinos y licores importados (se jactaba de tener la mejor bodega del país con espacio para 10.000 botellas), los autos y bicicletas de lujo, y, por supuesto, de la bella compañía femenina.
Según se publicó en 2006, sentía absoluta predilección por el caviar (importado de Irán), la langosta, y el 'sushi', que hacía llevar desde Japón en avión, exclusivamente para él. Según la BBC, un diplomático ruso que viajó con Kim en tren alrededor de Rusia, reportó que el norcoreano ordenó que todos los días se le cocinara una langosta que él luego comía con palillos de plata. Los dos, dijo el ruso, compartieron champagne con un grupo de acompañantes femeninas de "suma belleza e inteligencia".
Años antes, se lo había visto bebiendo 10 copas de vino durante su reunión con el entonces presidente de Corea del Sur, Kim Dae-jung, y ya era conocido su gusto por el coñac. Por entonces, sus gastos anuales de aquella bebida ascendían a unos US$ 700.000.
Algunos observadores internacionales tampoco dudaban en adjudicarle una personalidad cruel, insensata, intolerante y paranoica, la de un gobernante que no se dejaba aconsejar por nadie. Se dice que si un subordinado no acataba sus órdenes inmediatamente, consideraría esta actitud una deslealtad merecedora de un castigo importante.
Tras la fachada de hombre de poder inquebrantable, se escondía un hombre inseguro y acomplejado a causa de su corta estatura (1,60 mt), la cual siempre intentaba disimular en sus apariciones públicas peinándose el cabello hacia arriba y llevando suelas amplias en los zapatos. De todos era sabido que el "Querido Líder" tenía como gran debilidad la "aerofobia": un miedo aterrador a viajar en avión, por lo que siempre se desplazaba en tren, precisamente donde murió a los 69 años.
Deja en manos de su hijo el control absoluto de uno de los países más extraños del mundo, donde no existe Internet, donde está prohibido el uso de celulares, donde -pese a que el país no estuvo en guerra desde hace medio siglo- tiene uno de los ejércitos más grandes del mundo, y donde los héroes de los niños se llaman Josef Stalin y Mao Tze Tung.
(*) Especial para Perfil.com