La base militar que el Reino Unido tiene en las Islas Malvinas cuenta con la "dotación mínima necesaria para impedir que se repita una invasión ilegal como la de 1982" por parte de la Argentina, aseguró el ministro británico de Estado para América Latina, Hugo Swire.
En entrevista con DyN, el funcionario de Londres se refirió a la base de Mount Pleasant, el predio ubicado en la Isla Soledad, a sólo 700 kilómetros de la Argentina continental, fortaleza que busca blindar el archipiélago. Allí residen y se entrenan alrededor de 1.500 soldados británicos, número que equivale a poco más de la mitad de la población civil del archipiélago.
"La Argentina no es una amenaza militar para los habitantes de las islas. ¿Por qué mantener entonces allí una base militar?", preguntó la agencia a Swire.
"La presencia militar del Reino Unido en las islas se revisa periódicamente y está basado en la evaluación de la amenaza. Se ha reducido considerablemente desde la invasión argentina en 1982 ("desembarco", según la óptica nacional), pero mantenemos la fuerza mínima que se considera necesaria para impedir que se repita una invasión ilegal como la de 1982", contestó el ministro.
El personal militar allí destacado "se dedica principalmente a ejercicios de entrenamiento y rutina, aprovechando el desafío que supone la geografía del lugar, al igual que el personal militar en todo el mundo", aseguró. El Gobierno, en cambio, denunció ante diversos foros internacionales la "militarización" y la presencia de "armas nucleares" en el Atlántico Sur, a la vez que condenó reiteradas veces los ejercicios militares y el lanzamiento de misiles por parte de las tropas británicas.
"Rechazamos totalmente la falsa acusación de que el Reino Unido está 'militarizando' la región. Simplemente no es cierto", replicó el funcionario europeo. Swire destacó, en cambio, que "los helicópteros de búsqueda y rescate allí estacionados han asistido a buques en peligro en el Atlántico Sur, en beneficio de la región".
"Asimismo, el aeropuerto de Mount Pleasant ha sido usado regularmente durante emergencias médicas y para operaciones de evacuación de marineros y científicos de todas las nacionalidades, cuando estuvieron en dificultades en aguas del sur y antárticas", señaló.
Conflicto pesquero y petrolero. Las declaraciones se producen luego de que Reino Unido condicionara los acuerdos de pesca y petróleo hasta que la Argentina "abandone el reclamo de soberanía". El Reino Unido condicionó un posible relanzamiento de acuerdos sobre hidrocarburos y pesca en el Atlántico Sur a que la Argentina "acepte que no habrá negociaciones sobre la soberanía" de las Islas Malvinas, y reclamó que el Gobierno "respete los deseos" de los habitantes del archipiélago.
Swire rechazó además que la presencia allí de Londres se deba al petróleo y su cercanía con la Antártida, y ratificó que el Reino Unido "no duda" acerca de su "soberanía sobre las islas y el espacio marítimo que las circunda, ni sobre el derecho de los isleños a decidir su propio futuro".
El funcionario de Londres consideró que un acuerdo con la administración de Cristina Fernández de Kirchner "beneficiaría también a la economía argentina, lo que sin duda sería algo positivo en este momento".