Los demócratas viven un caos interno, están a la defensiva frente al “huracán” Donald Trump y, tres meses después de la inesperada derrota de Hillary Clinton aún no han podido reconstruir el partido.
Los líderes partidarios en el Congreso compiten por quién será la nueva cara de la oposición para encabezar la resistencia a Trump, en vistas de las presidenciales de 2020. Hasta ahora, la fuerza de Clinton y Barack Obama permanece sin un presidente, otro indicio de su división interna y de la falta de un horizonte claro de sus dirigentes.
“El único mensaje que están transmitiendo es que se oponen a Trump”, dijo a PERFIL Mike Lux, un estratega demócrata que trabajó con Obama y Bill Clinton. “Pero necesitan hablar del futuro más allá de esta presidencia porque, si no, les pasará lo mismo en 2020”.
El Comité Nacional Demócrata está haciendo precisamente eso con una serie de foros sobre el futuro con ciudadanos por todo el país. La idea es usar esos espacios para también elevar a candidatos locales, ya que la presidencia y la mayoría en ambas cámaras del Congreso están en manos de los republicanos.
Tampoco ayuda que aún persista la división entre los demócratas que apoyaron a Hillary y los que siguen pensando que el independiente Bernie Sanders hubiera sido un mejor candidato. Sanders ha expresado que no tiene interés en ser presidente del partido y que prefiere su posición como senador para oponerse a la administración Trump.
Según Lux, figuras como la senadora Elizabeth Warren y el congresista Joaquín Castro ayudan a combatir el problema que Sanders tuvo desde la campaña: no ser tan efectista y directo como Trump.
Caras notables. Mientras el Comité Nacional busca su nuevo presidente, algunos políticos miran más allá de la presidencia del partido y hacia 2020. Y allí aparecen los dirigentes latinos, claves para movilizar a los 27 millones de hispanos en condiciones de votar.
Los mellizos Julián y Joaquín Castro, de ascendencia mexicana, están entre los más duros contra Trump y defienden la importancia de su comunidad. Julián Castro fue alcalde de San Antonio, en Texas, secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano con Obama y uno de los primeros en la lista de postulantes de Hillary para vicepresidente. Se comenta que tiene interés en ser candidato presidencial en 2020. Joaquín es un congresista que representa al estado de Texas y fue el primer político en presentar una resolución al Departamento de Justicia para que se investigara si el veto migratorio era razón para empezar el proceso de impugnación de Trump. Hay rumores de que Joaquín podría postularse al Senado en 2018, para ayudar a que los demócratas recuperen el control de la Cámara alta.