Mientras los extranjeros siguen huyendo despavoridos del país y miles de japoneses buscan refugio en las ciudades del Sur, los operarios que luchan en la averiada planta Fukushima para evitar una catástrofe nuclear son cada vez más.
Apodados los "héroes de Fukushima", los trabajadores que decidieron voluntariamente permanecer en la central después del terremoto para intentar reparar la planta dañada eran originariamente 50, de un total de 800. Ahora, sin embargo, ya son cientos, e incluyen ingenieros de prestigiosas, empresas como Toshiba y Hitachi.
"Por supuesto que estoy preocupado. Podría haber otra explosión, o incluso podría aumentar aún más el nivel de radiación. Tengo la posibilidad de rechazar esta tarea, y mi familia insiste en que así lo haga. Pero la decisión no es sencilla", se sincera un ingeniero de la operadora Tokyo Electric Power (Tepco), convertido en uno de los nuevos héroes de Japón.
"Estoy dispuesto a trabajar hasta el límite", dice otro técnico de Tepco, de 30 años.
"Espero que nadie olvide que se trata de personas que están sacrificando su vida para proteger a todos los demás", señala Michiko Otsuki, que trabajaba en la cercana planta nuclear Fukushima II, que también resultó dañada por el devastador terremoto y el posterior tsunami que asoló Japón hace más de una semana.
Las tareas de los operarios en la planta van desde inspeccionar las máquinas de la central para evaluar su funcionamiento hasta identificar los puntos adecuados en los que los camiones cisterna deben arrojar agua para intentar enfriar los reactores.
Tepco se ha negado a revelar la identidad de los "héroes" de la planta y tampoco ha informado a qué niveles de radiación han estado expuestos en estos días los operarios, cuyos trajes no están lo suficientemente preparados para bloquear niveles de radiación muy elevados. "El riesgo es parte de este trabajo", se limitó a decir Tepco. La empresa sólo ha informado que el número de operarios expuestos a por lo menos 100 milisieverts -el doble del límite anual permitido para los trabajadores bajo circunstancias normales- se duplicó ayer de 6 a 12 personas.
En los últimos días, algunos de los "héroes de Fukushima" ya han sido internados por náuseas y extrema fatiga. El riesgo al que se exponen es muy elevado. "Están dispuestos a morir", resumió el viernes pasado el primer ministro, Naoto Kan.
"Es realmente sorprendente ver cómo los trabajadores permanecen en la planta, pese a saber el impacto negativo que la tarea puede acarrear en su salud", dijo un funcionario de una agencia de seguridad nuclear.
En tanto, mientras los operarios luchan en la planta, los vecinos de Fukushima han comenzado a utilizar un dispositivo que detecta los niveles de radiación en el aire para colaborar con las autoridades locales e informar junto con ellas sobre el estado de la situación en la zona.
Fuente: AFP: