"Quiero conocer el contenido de las grabaciones. Pido al supremo federal el acceso a esos documentos, pero hasta ahora no lo conseguí", reclamó hoy Michel Temer en una conferencia de prensa, en la que adelantó que no renunciará a su cargo de presidente de Brasil.
El presidente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) está acusado de autorizar el pago de sobornos a Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados y uno de los responsables de la desittución de Dilma Roussef.
La jugada le salió mal a Temer: los medios brasileños Estadao y O Globo publicaron los audios que difundió el Supremo Tribunal Federal (STF). Los archivos fueron filtrados por el frigorífico JBS, uno de los involucrados en el escándalo de Lava Jato, que busca acogerse a la "delación premiada" para aliviar su condena en ese caso.
En una de las grabaciones, el presidente brasileño parece dar su aval para sobornar a Cunha a cambio de su silencio. Posteriormente, un diputado de su partido, Rodrigo Rocha Loures fue filmado recibiendo una maleta con 500.000 reales (casi 150.000 dólares) de parte de Joesley Batista, dueño de JBS.